Martes 29 de octubre, tres de la tarde. Enciendo el televisor y sin nada más interesante que buscar acepto el telediario de la 1. A ver qué dicen hoy que no trate de Ábalos, Koldo, Aldama, Begoña, el novio de Isabel Ayuso, Rejón... Naturalmente, me he equivocado, uno a uno les han concedido una atención que ha ocupado la mayor parte del tiempo. Informan que Begoña ha vuelto a ser imputada y comparecerá ante el juez Peinado el día 18. Asunto feo, o por lo menos incómodo y viscoso, se admiten apuestas. Continúan las noticias y en pleno cierre del telediario se nos comunica con carácter de urgencia que el novio de Isabel Ayuso también está imputado y deberá declarar por delito fiscal el 29, o sea, tan solo 11 días más tarde. Qué simultaneidad tan casual, qué bien funcionan los relojes suizos en las muñecas de la izquierda y de la derecha, parecen pertenecer al mismo pope.
Apago, anuncian deportes, o sea, fútbol y después fútbol. Pero me he quedado en paz, muy tranquilo, por dos razones. La primera, porque si tras la de cal a los pocos minutos dan la de arena, eso significa que los engranajes que activan la redacción de la 1 están perfectamente engrasados. Supone un motivo de gozo democrático percibir que siendo televisión pública se ofrece como un ente imparcial, nada tendencioso, neutral, ecuánime, la casa de todos los españoles de bien. La segunda razón también me tranquiliza, porque me han regalado un empate total, una equis en la quiniela. Si Begoña es mala y una harpía, el otro pájaro es peor, un tahúr. Si hay corrupción en la pringosa izquierda, fíjese usted la que hay en la ultramontana derecha, querido telespectador. Si me embadurnan a la pareja del presidente, nuestro líder, ya verá lo poco que tardamos en tirar barranco abajo a la pareja de la presidenta rebeldona. Qué bien, no pasa nada, ya se sabe cómo es la vida, quien no entienda que el dinero es amo y señor de vuestras vidas es un perfecto idiota, la ética es un sustantivo que solo se oye en campaña electoral.
La semana pasada, en una tertulia sobre las buenas formas que deben regir en el parlamento, el debate discurría con corrección hasta que la Olona retó a Iglesias a mirarla a los ojos si tenía huevos (sic). Pensé que si a mí me abochornaba tanta chabacanería, qué mal rato no estarían pasando sus compañeros de la abogacía del estado.
No consigo dormir la siesta al recordar también que un personaje de apellidos con rr se ha aprovechado de su poder para abusar sexualmente de quienes lo tuvieron por un mito. Sorprendentemente, años atrás, ante la memez del memo Rubiales, esta persona-personaje se había rasgado las vestiduras defendiendo el respeto a la mujer como causa innegociable. Respeto a la mujer. Cuántos de los que junto a él bramaron entonces contemporizan ahora esperando que las burbujas del escándalo rejoní vayan desapareciendo hasta perderse en el techo tiroteado por Tejero y los suyos. Veremos si cuando cese el chaparrón los derechos de la mujer prevalecen sobre los intereses de partido o si vamos poniendo la mesa, las croquetas a cuatro manos saben mejor. «Tampoco ha sido para tanto, lo de rr es un caso aislado que solo lo descalifica a él, y además se ha reaccionado con contundencia. Le comunico que la superioridad moral continúa ilesa a babor, señor capitán, no hace falta cambiar el rumbo, el maná nos espera en puerto».
Entre esa muchedumbre que bramó muy cargada de razón están los articulistas de la cuadra de El País, periódico al que sin entusiasmarme su línea editorial le reconozco su calidad. Precisamente porque ofrece espléndidos artículos cuando no se envenenan con la política, consideré hace años que debía suscribirme. Compruebo estos días de plomo a granel que apenas ninguno de esos soldados fieles a la casa encuentra interesante o criticable o abominable o inadmisible el comportamiento de rr. Se callan porque habrán recibido puntualmente la consigna de su señorito: «Ni se os ocurra tocar el tema, pero tened preparada la escopeta porque seguramente la semana próxima se aireará el escándalo de un diputado, preferiblemente pepero». Y hay que ver cómo obedecen, efectivamente no se escucha ni una tos a destiempo, ni un estornudo beatífico, ni un murmullo de desaprobación: «Si atacan a Begoña y les replicamos con la Ayuso, ahora vamos a hacer igual, solo que con toda la munición posible, la coalición está en peligro. Pelotón, atentos».
Mientras el pánico se abre paso, los de estribor se frotan las manos, Sumar puede desaparecer y si eso ocurre es probable que las fichas del dominó vayan cayendo unas tras otras, pensarán más o menos. «Pero manteneos en vigilia permanente, sabemos de sus malas artes y sus capacidades maquiavélicas, en cuestión de días le pueden dar la vuelta a todo y convencer a los tontorrones de que en realidad rr es Tello puesto a régimen con la dieta de la manzana. Sí, sí no os riais». ACADEMIA La estrategia azul, abierto el plazo de matriculación para almas perdidas en el páramo genovés.
Y mientras en Madrid la tarima y los verdugos están preparados para un auto de fe inédito, los que preferimos otras rr sin turbiedad ni humaredas nos hemos quedado con un grato recuerdo. Serrat estuvo en Oviedo recogiendo su merecido premio y una vez más dio muestras de que su calidad humana no es inferior ni a la musical ni a la poética. Para muchos es un feliz referente de nuestro tiempo. Una pena que no haya más faros con limpia luz como la suya para ayudarnos a atravesar la laguna Estigia.
Un par de moralejas para terminar el mes: la una tristísima porque no hay nada más triste que la mentira cochina y la otra todo un soplo fresco de ánimo. Si la segunda nos queda en la memoria todo irá mejor.
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