Moriyón y el tetris de Cascos

César González SECRETARIO DE POLÍTICA MUNICIPAL DEL PSOE DE GIJÓN/XIXÓN

OPINIÓN

La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón (Foro), en el Ayuntamiento gijonés
La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón (Foro), en el Ayuntamiento gijonés

22 sep 2024 . Actualizado a las 09:16 h.

Cualquier organización es consecuencia de su historia. Esta obviedad es conocida por la señora Moriyón y en la historia de Foro Asturias pesa mucho la figura de Álvarez Cascos. Tanto pesa que esta semana, acordándose de quien fuera fundador de su partido, dejó una de esas frases que son dignas de análisis. Y es que, a cuenta de sus problemas con el Tribunal de Cuentas, nos quiso contar un cuento.

En relación con la resolución del Tribunal de Cuentas que la condenó hace unos meses a devolver 31.314,29 € por pagos irregulares, la alcaldesa de Gijón se despachaba con la siguiente frase: «La condena que tuve yo claramente no son gastos personales, sino un dinero que tenía que haberse pagado desde el dinero del partido y no del grupo municipal, porque el dinero del grupo debería haberse traspasado al del partido». La cosa no quedo ahí. Como buena aficionada taurina, además de manejar la muleta para decir que no se había enriquecido, remató la faena con una estocada al señor Cascos con un lacónico: «Yo no me llevé videojuegos a casa». Toma ya.

Tras escuchar a Moriyón, podemos caer en la tentación de imaginarnos a Cascos jugando al FIFA o al Tekken. Pero vayamos al grano, y para que no se diga, empezaremos por la parte positiva. Costó, pero algo hemos avanzado cuando la regidora municipal utiliza la expresión «la condena que yo tuve». Está bien que reconozca que hubo una condena y que la condenada fue ella, nadie más que ella. No en vano, sigue teniendo a su alrededor un coro de opinadores que defiende que no hay nada punible detrás de la sentencia y que todo fue fruto de un simple error contable. Y pobre del que desafine.

Dice la alcaldesa que «no son gastos personales». ¿No? La sentencia habla de más de 500 euros pagados a una procuradora para un asunto privado, de más de 13.000 euros en concepto de dietas sin justificar y de 10.000 euros en gastos de una tarjeta VISA sin justificar. ¿No son gastos personales? ¿Un asunto privado no es personal? ¿Un sobresueldo de 1.000 euros al mes en concepto de dietas sin justificar no es personal? ¿Hacer uso de una tarjeta VISA y gastar 10.000 euros en eventos y actividades varias no es personal?

Pero pasemos a la siguiente parte de la frase. La más gloriosa, la que se refiere a «un dinero que tenía que haberse pagado desde el dinero del partido y no del grupo municipal, porque el dinero del grupo debería haberse traspasado al del partido». Quizá al gran Ozores podríamos permitir una expresión así, pero una alcaldesa con dos mandatos y pico a sus espaldas no puede decir esto y quedar tan ancha. No debe, porque un grupo municipal no puede transferir el dinero que recibe del ayuntamiento a su partido y gastarlo en lo que le de la gana, ya sea en dietas, en el pago de una procuradora, en el funicular de Bulnes o en un videojuego. Por eso fue condenada Moriyón, por gastar el dinero en lo que no debía, y no por un error contable.

Para cerrar estas líneas y más allá de consideraciones judiciales, podríamos reflexionar sobre el concepto de enriquecimiento y aquí todo depende del prisma con el que se mire. Una factura de 500 euros, un sobresueldo de 1.000 euros al mes y cargos por 10.000 euros en una tarjeta puede ser mucho o poco. Evidentemente, no tiene el mismo valor para quien le cuesta llegar a final de mes que para una alcaldesa que ingresa cerca de 70.000 euros al año del Ayuntamiento de Gijón, además de un buen pellizco por mantener su actividad en la sanidad privada, que, en aras de la transparencia, estaría bien saber cuánto ingresa por esas dos horas diarias en las que no ejerce como mandataria municipal. Mientras tanto, nos entretendremos con el videojuego de Cascos. Yo me lo imagino con el Tetris.