Ligar en Mercadona

Álvaro Boro

OPINIÓN

Imagen de archivo de una mujer sosteniendo una botella de vino en un supermercado
Imagen de archivo de una mujer sosteniendo una botella de vino en un supermercado OMS | EUROPAPRESS

31 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Se ha puesto de moda ir a ligar a Mercadona, a eso de entre las siete de la tarde y las ocho, con una piña en el carro y en la zona de vinos. Consiste en chocar contra el carro con una piña de aquel o aquella que te atraiga, y de ahí que estalle el amor. Se me ocurren muchas cosas mejores que hacer a esa hora y en ese lugar, pero allá cada uno con su tiempo libre.

Hay quienes hablan de una técnica de marketing de Mercadona, otros, que viene de parte del sector de las piñas y también me dijeron que podría ser motivado por una asociación de jubilados que no consiguieron reunir ni la gente ni el dinero suficiente para un curso de inmersión digital. Miren, yo ya no sé. Lo único que pasa es que de seguir así van a hacer de la piña un artículo de lujo. Primero nos inundó la ola del Tinder, luego el Satisfyer y ahora la piña. Está claro que el mundo de los solteros encierra un sinfín de oportunidades de negocio y a bastantes desesperados. «A falta de amor, buenas son las perras», que no suplen la ausencia del amado a de la amada, pero hacen que sea más fácil acceder a las artes amatorias.

No dejo de pensar en todas esas personas que no ligan hasta arriba de copas en una discoteca tenebrosa a altas horas, qué gran concepto de sí mismos y qué ímpetu y gallardía tratando de hacerlo en un supermercado a última hora de la tarde. De esta gente tenemos que aprender muchos, y mucho. La esperanza suele ser lo primero que se pierde, pero con una piña en el carro de la compra los hay que se vuelven verdaderos héroes.

No creo que Cuatro tarde mucho en explotar este fenómeno, pongan cámaras y micros en el Mercadona y saquen su nuevo programa: ‘First Pinneaples’. En el papel de Carlos Sobera veo a Santi Alverú con un delantal y el gorrito de frutero. Cómo voy a hacerme rico regalando estas grandes ideas.

Una recomendación a todas estas almas solitarias que entregan su corazón al albur del choque furtivo de un carrito de la compra: probad con el vino, que lo tenéis en las estanterías de al lado, si veis que no pasa nada. No es la panacea, pero facilita las cosas. ¿En qué momento se dejó de ligar en los bares?