La malvada madrastra del cuento de Blancanieves solía preguntarle a su espejo cada día: «Espejito, espejito mágico, dime una cosa, ¿Qué mujer de este reino es la más hermosa? Y el espejo mágico siempre le contestaba a la reina: “Usted, majestad, es la mujer más hermosa de este reino y de todos los demás”».
Hermoso cuento de los hermanos Grimm que he recordado hace unos días al leer una noticia. El titular de la misma: «Tres burros quedan ensimismados ante su reflejo en la puerta de un negocio de As Gándaras». Mi corazón se puso en un puño hasta que leí que el trío de équidos fue retirado por la policía local tras su identificación. Menos mal, eran animales.
Al parecer, tres burros se acercaron a la entrada de una nave y se quedaron ensimismados al ver su imagen reflejada en las puertas del negocio.
Tal y como se cuenta, la escena capturaba un momento de exploración y descubrimiento por parte de los burros, que parecen estar intrigados por su propia imagen. Posteriormente, unos agentes se hicieron cargo de los animales.
Sobre el suceso es necesario aclarar algunas cosas. En primer lugar, es importante señalar que los burros no son tontos, más bien todo lo contrario: son bastante inteligentes, lo que pasa es que también tienen un gran sentido de la conservación, por eso, a veces, no hacen caso a las órdenes y se muestran tercos, porque no se fían. Chámalle burros.
Entonces, la pregunta es ¿qué hacen tres équidos un domingo por la mañana en un polígono industrial? Si se tratara de tres humanos, no sería noticia, volverían beodos de la discoteca y se quedaron colgados del espejo. Pero tratándose de animales, la cuestión resulta enigmática, ya que no hay evidencia de que los burros de cuatro patas salgan los sábados por la noche.
Otra cuestión de interés es si los pollinos eran residentes en la ciudad o simplemente estaban de visita. Tal vez vinieron desde O Corgo al Arde Lucus y no encontraban el camino de vuelta a casa, algo que ocurre con frecuencia. Vale, pero ¿qué hacían mirándose al espejo a esas horas? ¿Y si, como el asno de Sancho Panza, se perdieron entre las páginas de un relato? Lugo es imprevisible.
En España solo quedan en torno a 30.000 burros de cuatro patas y debemos protegerlos y no darles garrafón; sobre los burros bípedos parece que no tenemos problema, son muy abundantes y a nadie le sorprende que se pasen el día mirándose al espejo y haciéndose selfis.
En fin, la historia es increíble, pero peor hubiera sido que la puerta les hubiera contestado a la pregunta: «Los tres sois muy guapos, pero lo es más el burro Dinamita, de Escairón. Hi-aaa, hi-aaa».
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