El Consejo General de la Abogacía reclama una mejora urgente de los baremos del turno de oficio tras conocerse que son los terceros más bajos de la UE, solo por detrás de Chipre y Lituania. También le preocupan los «insostenibles» retrasos en los pagos. ¿Cuál es el motivo de este ignominioso trato a un colectivo que se deja la piel día sí y día también para que pueda ser posible el derecho a la tutela judicial efectiva de todas las personas que señala el artículo 24 de la Constitución? Sin lugar a dudas, abogados y procuradores somos los parientes pobres de la maquinaria judicial, y ya no digamos aquellos que están inscritos en las listas de la justicia gratuita. Se ponen en huelga y piden la suspensión de los juicios por dicho motivo y en muchos casos no se suspenden, cosa que no ocurría cuando los huelguistas eran los jueces, LAJ o funcionarios. Si para hacer presión en defensa de sus intereses unos colectivos suspenden los señalamientos, lo mismo para los letrados del turno de oficio. A no ser que por parte de las autoridades se les quiera ningunear, como diría Joan Manuel Serrat, viniéndoles a insinuar aquello de «letrado, deja ya de joder con la pelota» y ponte a trabajar que más cornadas da el hambre. Se salvan debido a que es un colectivo tan profesional que, aunque se rían de ellos, no van a dejar de hacer su trabajo exquisitamente.