Raúl Entrerríos, una inspiración para los jóvenes marcada por la perseverancia y la pasión
OPINIÓN
Raúl Entrerríos, atleta con una dilatada carrera deportiva donde lo ha ganado todo, ha compartido con los asistentes al acto de entrega de premios Impacto Positivo su visión de estos años de carrera profesional destacando la formación continua como herramienta indispensable de todo deportista hacia el éxito y la humildad como la lección de valor mejor aprendida a través del deporte, donde cada día caes y debes volver a levantarte.
Su ternura y cercanía en todo momento nos hace sentirnos cómodos escuchando como se emociona al recordar su pregón en el descenso del Sella y los muchos reconocimientos (Medalla de Asturias, Homenaje de su ciudad natal Gijón, etc.) que ha recibido en su casa en estos últimos tiempos, además del orgullo de haber recibido el premio nacional del deporte de manos de sus Majestades los Reyes. «Volver a la tierra es un placer, no hay nada como Asturias», nos decía después de coger un vuelo desde Barcelona para estar con nosotros en la entrega de los premios Impacto Positivo que distinguen a los jóvenes asturianos que en paralelo a su formación académica y universitaria, dedican parte de su vida como voluntarios en entidades sociales para aportar a la sociedad ayudando a construir un mundo mejor.
«Cuando aportas a la sociedad la sociedad te devuelve, realmente es fantástico que los jóvenes participen de esta forma y les hace ser mejores para lo que se propongan», Raúl nos ha hablado de su campus deportivo en Gijón que ha cumplido seis ediciones y promete seguir realizando actividades de este tipo porque «es necesario que los jóvenes tengan la posibilidad de participar a través del deporte en actividades que les hagan crecer y disfrutar en un entorno como Asturias y Gijón».
En un proceso de transformación profesional, Raúl nos comenta que en poco tiempo tendremos nuevas noticias ya que está estudiando aún cuál será su nuevo destino una vez finalice su etapa en el Barcelona. Sin duda un destino unido a su impecable trayectoria profesional y a lo que hoy conocemos como ser un «gran tipo» de esos que no es fácil encontrar.
Gracias, Raúl, por compartir con nosotros en este Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo, bienvenido a la que será siempre tu casa y enhorabuena a los jóvenes y premiados porque buenos expedientes hay muchos, pero jóvenes con tantos valores no tanto, por eso os merecéis lo mejor.
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