Desde hace tiempo se viene hablando de la posibilidad (hoy ya certeza) de que la empresa HUNOSA se reserve el derecho a quemar CSR en la Térmica de La Pereda a la vez que se queman productos procedentes de biomasa.
Para enmarcar adecuadamente este problema que tanto preocupa a la ciudadanía debemos desmenuzar con cierto detalle de qué estamos hablando. Y para ello hay que expresar que nos encontramos ante un problema que genera inquietud y que como casi todos los problemas es multifactorial y en este caso además muy complejo. Tratemos de simplificar así pues dichos factores en el escueto espacio que permite un artículo de Opinión.
PRIMER FACTOR: Por una parte hay que decir que HUNOSA, dentro de su estrategia de diversificación y en consonancia con las nuevas exigencias ambientales marcadas por las políticas de la Unión Europea y los acuerdos internacionales encaminados a logar la reducción de emisiones de CO2, ha optado por reconvertir infraestructuras como la ubicada en Mieres desde su original concepción —que era la quema de carbón— a la generación de energía mediante la combustión de otros materiales menos nocivos, por ejemplo la biomasa.
SEGUNDO FACTOR: Por otra parte encontramos que Asturias es una Comunidad donde los planes de gestión de las basuras, un ejercicio tras otro, arrojan cifras preocupantes porque se producen desperdicios urbanos en cantidades mucho mayores que aquellas otras que somos capaces de reciclar y además porque las alternativas de reciclaje más eficientes son también más caras y en los planes diseñados para gestionar este problema una y otra vez se señala a la incineración como método de elección para deshacerse de los CSR (Combustibles Sólidos Recuperados).
TERCER FACTOR: La quema de las basuras en sí ya ha sido planteada hace años como solución definitiva —mediante la adecuación de cementeras, hornos, térmicas, etc… o la construcción de incineradoras— para desembarazarse de una marea de plásticos y otros elementos de deshecho que crece exponencialmente en las sociedades más desarrolladas.
Obviamente el debate está servido cuando se habla de la definición de CSR como basura o por el contrario como un producto elaborado con basura pero que según sus defensores no es nocivo.
Con ese argumento se trata de dejar en evidencia a quienes nos oponemos a la incineración ya que en Asturias el movimiento social y vecinal ha logrado frenar este tipo de proyectos en el pasado en concejos como Gijón y lucha por ello ahora en Mieres.
A modo de ilustración quiero dejar patente en este artículo que, curiosamente, esas plantas de quema de residuos que algunos califican como inofensivas suelen ubicarse en zonas económicamente deprimidas, con altas tasas de paro, con escasa capacidad de movilización social y sin embargo no constan datos de que se instalen jamás en barrios de alto poder adquisitivo ni en las cercanías de zonas de ocio y recreo elitistas.
Sirva esta observación como dato que pueda aportar elementos de juicio a la hora de configurar una opinión respecto a la cuestión que nos ocupa.
CONCLUSIÓN: De la conjunción de los factores anteriores se evidencia que COGERSA tiene un excedente de basuras a gestionar y el GOBIERNO DEL PRINCIPADO una tremenda dificultad para cumplir los objetivos en materia ambiental relativa a reciclaje de residuos urbanos por lo cual la decisión de HUNOSA de reservar un porcentaje de su potencia incineradora en la Térmica de La Pereda para quemar CSR supone una atractiva solución para todos esos actores antes citados que, sin embargo, suscita incertidumbre y miedo en la población —no solamente mierense sino de toda la zona central de Asturias puesto que no olvidamos que se pretende quemar basuras también en Serín—. Y la alarma es legítima ya que existen voces entre la comunidad científica que alertan de los daños que ese tipo de incineración pueden acarrear a medio plazo en la salud y en los ecosistemas entre otras cosas porque presuntamente las emisiones resultan difícilmente controlables con los filtros existentes hoy en día y porque —aquí ya no escribo presuntamente— es cierto y verdad que el miedo es libre —y la desconfianza también— con lo cual además de la inquietud por nuestra salud —aspecto prioritario con diferencia— también se puede prever un impacto económico en estos territorios el cual, lejos de ser positivo por la hipotética y más que dudosa creación de empleo, será seguramente negativo al depreciarse los bienes raíces, perjudicar a sectores como la hostelería, turismo y comercio y alejar de nuestras Cuencas unas de las últimas oportunidades de esperanza de recuperación vinculada a la llegada del AVE desde el momento en que unos municipios asociados a un punto de quema de CSR no son objetivo turístico deseable ni la zona donde alguien quisiera invertir en comprar una vivienda con lo cual seguiremos perdiendo población y acentuando el declive, ahora también ambiental, de unos territorios que si en algo habían ganado con la desindustrialización traumática de las recientes décadas había sido en la disminución de la contaminación.
Ante semejante panorama cabe hacer un llamamiento al Gobierno de Asturias, a los Ayuntamientos de la zona central que parecen hasta el momento ponerse de perfil aludiendo a la impotencia a la cual les condena el escaso margen de maniobra de sus competencias así como extender dicho llamamiento a los sindicatos, asociaciones y agentes sociales, sociedades científicas y muy especialmente a aquellos colectivos profesionales relacionados con la Salud y con el Medioambiente para que den un paso al frente y se posicionen abiertamente.
En este sentido, finalizo el artículo señalando que entre nuestros representantes públicos hay cargos electos en posesión del título de Medicina y cuya voz a muchos nos gustaría escuchar en relación a esta cuestión. Me refiero a representantes en el Parlamento regional como Doña Covadonga Tomé y también en el Congreso de los Diputados en Madrid como es el caso del Diputado por Asturias D. Rafel Cofiño pero también dirijo estas palabras y este requerimiento público para que se pronuncie a la Sra. Ministra de Sanidad Dña. Mónica García Gómez a la sazón igualmente profesional de la Medicina.
Esperemos que el buen criterio y la sensatez de quienes tienen capacidad y potestad para evitar la quema de CSR no hagan que los lemas de «Asturias, Paraíso Natural» y «Mieres, un lugar para vivir» tengan que verse reducidos a reclamos publicitarios carentes de sentido y contradictorios con la realidad