Insumisa del tiempo

Nuria Suárez PORTAVOZ DE RECORTES CERO

OPINIÓN

El presidente Joe Biden y el primer ministro Benjamin Netanyahu, durante su reunión en Tel Aviv en octubre del 2024.
El presidente Joe Biden y el primer ministro Benjamin Netanyahu, durante su reunión en Tel Aviv en octubre del 2024. Evelyn Hockstein | REUTERS

04 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El movimiento «Palestina Libre» toma las universidades en Estados Unidos. En España, el pasado sábado estuve en la concentración del mundo de la cultura por la Paz en Palestina promovida por Recortes Cero. Contó con una importante y plural presencia de profesionales de la cultura como Miguel Ríos, Javier Fesser, Lluís Pasqual y Marisa Paredes entre muchos otros. Recortes Cero publicamos el primer Manifiesto «Hay que parar la guerra. Ni terrorismo, ni genocidio» el 29 de octubre, y desde entonces lo hemos publicado en cuatro ocasiones, promoviendo encuentros y concentraciones. No vamos a parar hasta que el genocidio y la guerra acaben.

Pero lo importante es que cada vez somos más los países y las personas que exigimos un alto el fuego definitivo. El clamor llega a la potencia norteamericana, el apoyo más importante del gobierno de Netanyahu. En Estados Unidos las movilizaciones han dado un salto protagonizado por los jóvenes en las universidades. Los estudiantes hacen acampadas con pancartas donde pone “campamento en solidaridad con Gaza” o «zona liberada» haciendo un guiño a las protestas de 1968 contra la guerra del Vietnam. Protestan contra el nuevo envío de armas y de ayuda por parte de Biden a Netanyahu. Cada vez que la policía desmantela una acampada aparece otra en otra universidad del país, en California, Pensilvania, Washington…

Cada vez se hace mayor la oposición al genocidio sobre el pueblo palestino. En Israel mismo, según una encuesta del Instituto para la Democracia, el 71% de la población desaprueba a Netanyahu y pide elecciones anticipadas ya.

Por eso es muy importante seguir diciendo alto y claro: «Ni terrorismo, ni genocidio». No debemos permitir que la justa causa del pueblo palestino se confunda con el terrorismo de Hamás. El más interesado en esa confusión para restar apoyos a la lucha palestina se llama Benjamín Netanyahu.

Quiero citar unas palabras del diputado por Belén de Fatah, Fayez Saqqa: «Ustedes son nuestros pulmones, nuestros ojos. Si no fuese por su solidaridad, cada vez más fuerte en países como el Estado español y en otros, la lucha y la causa de nuestro pueblo se hubiera debilitado más».

Para un pueblo que lleva 75 años de ocupación de Israel, gracias al amparo de Estados Unidos, la solidaridad internacional es vital. Por eso no hay que caer en el desaliento, no debemos cansarnos ni acostumbrarnos a la barbarie. El tiempo a veces sirve para eso. Entonces la falta de humanidad se convierte en rutina. Me declaro insumisa del tiempo. No nos acostumbramos. No pararemos hasta conseguir el alto al fuego, hasta que se reconozca el Estado Palestino y la solución de los dos Estados sea una realidad.