A cómo va el kilo de bronca

OPINIÓN

Kiko Huesca | EFE

05 abr 2024 . Actualizado a las 13:38 h.

En el mercado negro del Congreso y del Senado, pegado a los extintores, debajo de las señales verdes de «salida», menuda risa «salida» si aquí irse no se va ni Ábalos, el kilo de bronca tiene que estar pagándose a precio de litro de aceite de oliva. No ha de ser difícil cazar en un receso de cualquier debate a Pedro Sánchez repartiéndose las ganancias de los insultos con Alberto Núñez Feijoo, uno para ti, otro para mí, y así hasta la próxima sesión de descontrol al Gobierno o de control al Desgobierno, hasta la próxima comisión de investigación, y tu novio y tu mujer también. Hay imágenes a las que no es necesario poner sonido, no hace falta acercar la oreja para escuchar los sapos y culebras que borbotean de esta boca, digamos, de película. Cara y gesto pertenecen al tal Félix Bolaños, pero hay hemeroteca para parar un tren de Isabel Díaz Ayuso, de Miguel Tellado, de María Jesús Montero, de Santiago Abascal, etcétera. Y dirán que se están desviviendo por este país. Pues a lo mejor tendrían que desvivirse un poco menos.