Las enfermedades cardiovasculares (CV) son la principal causa de muerte a nivel mundial y en España también entre las mujeres, algo de lo que nos olvidamos frecuentemente.
Dentro de ellas, las cardiopatías (enfermedades del corazón) se han identificado históricamente como una enfermedad de hombres. Las causas son múltiples y se ha avanzado mucho para corregir esta percepción, pero aún ocasiona que persistan diferencias entre sexos en el diagnóstico y tratamiento cardiovascular.
Existen diferencias biológicas obvias entre hombres y mujeres que deben tenerse en cuenta para ayudar en el diagnóstico y tratamiento y que hasta ahora en parte lo han oscurecido, al minimizar el riesgo de las mujeres para padecer enfermedad cardíaca y sobrestimar el efecto protector de las hormonas en la edad fértil. Por ejemplo, los factores de riesgo CV «tradicionales» se comportan de manera diferente en hombres y mujeres: las mujeres con diabetes o fumadoras tienen un riesgo CV mucho mayor que los hombres en idénticas circunstancias y las señales de alarma y síntomas iniciales de la enfermedad clínica pueden diferir entre sexos. Así, hay retrasos en el diagnostico en mujeres de patologías tan prevalentes y graves como el infarto, las arritmias o la insuficiencia cardíaca, aplicación menos intensiva de ciertos tratamientos y, como ejemplo del posible efecto, las mujeres que sufren un infarto de miocardio tienen más posibilidades de morir a causa de esta enfermedad que los hombres.
Solo pueden identificarse y corregirse las diferencias si se dispone de información de calidad. Hace más de dos décadas, la doctora Healy (primera directora del National Institute of Health, Estados Unidos) acuñó el término de «síndrome de Yentl», para referirse a la menor representación de las mujeres en los estudios de enfermedades CV, donde (por diferentes causas, incluida la protección de la mujer en edad fértil) la mayoría de los pacientes incluidos eran varones. Este nombre tiene su origen en un breve relato de Isaac Bashevis Singer, que fue llevado al cine y en el que Yentl, la protagonista (interpretada por Barbra Streisand), debía disfrazarse de hombre para obtener la educación que deseaba y poder estudiar el Talmud, y solo fue tomada en serio cuando se presentaba como tal. La situación ha mejorado desde entonces y cada vez hay información de más calidad específicamente derivada de mujeres para ser aplicada en mujeres, pero traer a primer plano la importancia de la enfermedad CV en la mujer para mejorar su tratamiento sigue siendo una necesidad en la cardiología actual.
La Sociedad Española de Cardiología está profundamente concienciada con esta necesidad y desarrolla infinidad de iniciativas para darle respuesta que agrupa en el proyecto estratégico «Mujer y Corazón», cuyo objetivo general es mejorar el conocimiento, sensibilizar y concienciar sobre la salud CV de la mujer. Aprovechando el altavoz de la celebración del día internacional de las mujeres, invito a todos, profesionales de la salud y población general, a colaborar de manera continuada en esta noble iniciativa y otras similares que ayuden a mejorar en este campo.
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