Hay quien dirá que este hombre, Santiago Abascal, no hace nada a derechas, con perdón. Tampoco, y esto tiene su razón de ser, a izquierdas. He aquí al líder de Vox instantes después de abstenerse en el debate previo a eliminar el término «disminuido» de la Constitución. Aprobado por unanimidad, si no fuera por Vox. Perpetrado el increíble ni frío ni calor, el hombre se toca la cara como quien anda tomándole las medidas a un flemón, y no estamos hablando del flemón Javier Ortega Smith. Aunque a lo mejor Albert Rivera y Pablo Iglesias se lanzan a reivindicar la paternidad de la criatura, quién sabe si Santiago Abascal no pasará a la historia como el inventor de la autobofetada. Esta fotografía podría ser la prueba documental de ello: Abascal viajando en plan cámara lenta hacia el grupo mixto. Definitivamente, hay políticos que irrumpen como bombas de relojería y acaban desactivándose ellos solos, como si su obsolescencia estuviera programada.
Comentarios