Hay en la carrera de San Jerónimo
En la capital del reino
Dos fieros leones
Que ni amenazan a nadie
Ni a nadie clavan sus fauces fieros,
Son los leones fundidos en Trubia
Y que hoy protegen a Feijóo.
Los leones del Parlamento,
Los «fiereos» leones, hoy.
Estos versos al alba, podrían encabezar la crónica de hoy. Encabezar no sólo porque están al principio de la columna, si no porque, parece ser que el gallego de los Peares, se haya valido de esa treta hoy. Antaño en los debates de las generales en Julio, rehuyó acudir al Ente público y en el privado le «encerró» (Antena 3).
Hoy, no Puigdemont es sólo el que juega bajo, rastrero y sucio, sino ? nada menos- que el líder de la oposición: para un tema de Estado donde lo ha forzado al cara a cara a la sede del pueblo: En Parlamento; cuando lo suyo es debatirlo en la sede del Poder Ejecutivo: La Moncloa.
Si todo el bagaje serio, profundo y generoso de su argumentario, se queda en el oropel de la esquina y la sustancia, el meollo del problema, no se afronta cuándo, dónde y cómo corresponde mala imagen trasmitimos a los votantes y peor respuesta al devenir de la Historia que estamos construyendo.
Ahora, no es el momento de tierra al otro lado de la frontera ni del agente exterior. Ahora, es el tiempo de la verdad: aquí y ahora en el lugar adecuado con la respiración fresca y las manos extendidas, mirando de frente las dos orillas para permitir que el cauce del río corra hacia la MAR que es España.
«Mi querida España, esa patria nuestra…», proclamamos con las banderas enarboladas por todas las capitales de provincia en manifestaciones «multitudinarias.
Sí, eso ha conseguido «la oposición» como aporte a la solución del problema complejo territorial, lingüístico y, a veces, de actitud de ciertas partes significativas del territorio nacional.
Sí, eso está en El haber; pero: ¿se han para a pensar cómo tienen el debe?
Si no lo quieren decir, se lo recordaré yo: Cinco largos años con la Constitución en un rincón. Dos legislaturas en las instituciones debatiendo con el único argumento del INSULTO, pacto territorial con la extrema derecha,…y tantos y tantos desprecios verbales que no me atrevo a reproducir.
Hoy, a los leones les ha tocado la Lotería. Ser guardias de honor de los dos políticos con más poder citándose en el interior de su garita.
Hoy, en la carrera de San Jerónimo: ha tocado el GORDO.
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