Aprendiendo italiano

Manuel Blanco Desar ECONOMISTA

OPINIÓN

MASSIMO PERCOSSI | EFE

02 dic 2023 . Actualizado a las 10:14 h.

Hace 30 años parecía que Italia se fracturaba. Los ricos norteños no querían subsidiar a los vagos del sur. ¿Familiar? Les llamaban terroni, como charnego (DRAE: inmigrante en Cataluña procedente de una región española de habla no catalana). Los ricos montaron su Liga. Su líder, Umberto Bossi, era un mangante que plantó sus estudios universitarios para dedicarse a las verbenas. Nació en Cassano Magnago, provincia de Varese, Lombardía. Como buen mangante se barnizó con la laboriosidad de sus paisanos, como si fuese el más productivo. Comenzó a tocar la flauta tribal y muchos similares le siguieron. Ineptos envueltos en bandera local.

En aquellos años, el Partido Socialista Italiano se desintegró a causa de su extrema corrupción. Su líder, Bettino Craxi, se fugó a Túnez como si fuese un exiliado y no un ladrón, denigrando así a venerables socialistas, como a Eugenio Colorni, federalista europeo, coautor del Manifesto de Ventotene, asesinado por una banda fascista a días de la liberación anglosajona de Roma. En el ambiente de los 90, Bossi y sus supremacistas iban por ahí ciscándose en la tricolore, amenazando con una guerra civil si la Roma ladrona no les permitía un referendo de independencia o no les daba la recaudación fiscal, llamando «pedazos de mierda» a los sureños que aspiraban a ganar la alcaldía de Milán.

Tras defenestrar los jueces a la mega-corrupta Democracia Cristiana, que también traicionó la memoria del europeísta Alcide de Gasperi —viva la independencia judicial—, resulta que Bossi se alió con el ejemplar Berlusconi, que, partiendo de su amistad con el corrupto Craxi, fundó la italianísima Forza Italia. Luego, Bossi y Berlusconi formaron gobierno con los fascistas de Alianza Nacional. Hoy gobiernan los Fratelli d'Italia, a cuyo lado aquellos eran comedidos, en coalición con los herederos de la Liga Norte. Y qué fue del mangante Bossi? Terminó condenado por corrupto, al usar fondos públicos de la formación de parados para comprarse un título universitario y algún coche de lujo para la familia. Otro ágrafo pretencioso.

Italia es una joven y gran nación europea gracias a Cavour y Garibaldi. Dios la bendiga y a sus jueces, así como a sus industriosos empresarios y deslumbrantes científicos —Marconi, Fermi, Levi-Montalcini, …—. Lo que nunca sabremos es por qué hay españoles ignorantes que la miran con cierto desdén. Hasta tuvimos un ágrafo presidente del Gobierno, pobre, que predijo que España la iba a adelantar en renta per cápita. Italia resiste. Santa UE. Aprendamos italiano.