Un día para la nueva historia de Asturias

OPINIÓN

El presidente del Principado de Asturias en el acto de inauguración de la Variante
El presidente del Principado de Asturias en el acto de inauguración de la Variante Principado de Asturias

29 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La inauguración de la variante de Pajares, que conectará el Principado con la alta velocidad ferroviaria, multiplica el potencial turístico, industrial y logístico de nuestra comunidad

Las personas no elegimos los días que nos toca vivir. Cuando inicié mi dedicación política, con la ilusión propia de los 17 años y bien cargado de sueños, como corresponde a la edad, jamás imaginé que tendría el privilegio de ser el presidente del Principado encargado de inaugurar la variante ferroviaria de Pajares, la infraestructura más reclamada en la historia reciente de Asturias.

Esta es la confesión de un honor personal, pero también de una obligación política.  Como todos los asturianos de mi generación, llevo oyendo hablar de la variante desde poco más que la infancia. Sé de los debates, de las discusiones, de los continuos retrasos, de las frustraciones… Pero también sé que todo ese tiempo pasó: que ahora mi deber, como jefe del gobierno, es sacarle el máximo provecho. El 29 de noviembre de 2023 ya es una de las grandes fechas de la historia de las comunicaciones de Asturias. Ahora que logramos poner el pie en el estribo del vagón, toca iniciar el viaje.

Un viaje con un destino claro: la década del cambio. Porque con el AVE no sólo se revolucionará el transporte de viajeros y mercancías, sino que también se pondrá fin al complejo de insularidad, a esa sensación de aislamiento perpetuo que ha caracterizado Asturias. Concedámosle a este hecho la relevancia que merece.

Esa idea de la comunidad marginada, esquinada por la geografía y la baja relevancia política, ha sido uno de los mantras del discurso de la decadencia. Había otros dos: el excesivo dominio del sector público, que asfixiaba la iniciativa privada, y la sucesión de reconversiones industriales, con la minería y la siderurgia en primera línea. Pues bien, la hegemonía pública ha desaparecido, la reconversión eterna ha terminado ?salvo los ajustes que impone el mercado global y la evolución tecnológica en todas partes- y Asturias se enganchará el 29 a una de las mayores redes de alta velocidad ferroviaria del mundo.

El tren que nos espera debe dejar atrás esos traumas. Después de una inversión de 4.000 millones para realizar una obra colosal de ingeniería que permitirá viajar desde Gijón y Oviedo ?y también desde Avilés- a Madrid en menos de tres horas y reducir en dos tercios el coste del tráfico de mercancías, Asturias tiene que demostrar que está a la altura de las circunstancias.

En esa Asturias colectiva sitúo en primer lugar a mi gobierno. Nos toca liderar esta oportunidad, y con ese propósito acumulamos meses de trabajo con la patronal, las cámaras de comercio, los sindicatos, la Universidad y agentes sociales y políticos en la mesa de la alta velocidad. Por ejemplo, ya hemos dispuesto un millón de euros para fortalecer la promoción del Principado en otras comunidades. Podemos lograr que Asturias se convierta en un destino turístico los 365 días del año. Es un objetivo al alcance de la mano.

No obstante, no nos engañemos. Si queremos exprimir todo el potencial de la conexión a la alta velocidad, el empuje del gobierno no bastará. Es necesaria la implicación empresarial y social a todos los niveles posibles. Basta con volver la vista hacia los puertos de Gijón y Avilés para darnos cuenta de sus posibilidades logísticas dentro del Corredor Atlántico. De igual modo, basta con enumerar algunas de las mayores industrias para entender hasta qué punto pueden beneficiarse de un medio de transporte de materiales más rápido, más barato y menos contaminante.

La historia nunca finaliza. De noviembre en adelante quedarán numerosas infraestructuras pendientes en Asturias, tanto relacionadas con las cercanías ?las más obvias- como con las autovías, el peaje del Huerna o la propia alta velocidad. Soy consciente de todas esas carencias, del mismo modo que recuerdo bien cuántas frustraciones y demoras, algunas caprichosas y evitables, acompañan a la apertura de la variante.

Sé de sobra que el estreno del día 29 no anula ninguna de esas demandas. Pero también estoy convencido de que esa fecha nunca será un día más en el calendario. Que el deber del Gobierno del Principado es aprovecharlo, con todo el simbolismo e ilusión que conlleva, para impulsar la transformación imparable de Asturias.

En efecto, no elegimos los días que nos toca vivir. A mí me ha tocado en suerte ?y, debo añadir, después de ser exigente hasta el agotamiento- inaugurar una infraestructura histórica. Es un honor y un privilegio al que quiero responder con un compromiso, una obligación pública que contraigo con toda Asturias: sacarle el mayor rendimiento posible. Esta sí es mi elección.

Adrián Barbón Rodríguez, Presidente del Principado de Asturias