«A los 14 años tuve mi primera novia. Se fue con su madre, la muy traidora, a los baños termales a Galicia. Volvió con un novio serio. Tan en serio que se casaron a los dos años. Una tragedia. Y de ahí salió mi primera canción». Son palabras de Manuel Álvarez-Beigbeder Pérez. Manuel Alejandro. Un señor al que habría que celebrar mucho más. Porque él es el hombre que está detrás de los grandes temas de Julio Iglesias, Raphael y Rocío Jurado. Y del Soy rebelde de Jeanette. Un genial «escribidor», como le gusta decir. Siempre marcando la frontera entre él y los escritores, asegurando que los poetas trabajan con otras sutilezas. «Yo no. Yo soy más de aquí te pillo, aquí te mato. Para que todo el mundo lo entienda a la primera». Pero la verdad es que Rafael Alberti llegó a decirle: «Mi poema más conocido no es mío, es tuyo. Porque todo el mundo piensa que soy el autor de la letra de Háblame del mar, marinero». Con los bordados de la música sacra heredados de su padre, compositor de clásica, y con los flecos de las canciones de los gitanos que se colaban por la ventana de su casa de Jerez les hizo trajes a medida a sus artistas. «Hay que ver lo que me haces decir, Manolo», le decía Rocío Jurado, frágil fuera de los focos y leona sobre el escenario con las garras prestadas del compositor. Raphael ha confesado que «el 50 % de Raphael es Manuel Alejandro». Como yo te amo, Señora, Si amanece, Yo soy aquel, Qué sabe nadie, Provocación, Manuela, Lo mejor de tu vida, Que no se rompa la noche... Y, cómo no, Se nos rompió el amor, temazo versionado por Rosalía para abrir los Grammy Latinos. Un homenaje sonado. Ya era hora.
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