Va a cumplirse una semana desde su apertura, pero Matadero Uno es una librería que parece que siempre ha estado ahí, en el número uno de la plaza del Riego, entre la centenaria muralla y el inmortal Plaza. Y no es sólo que lo parezca, sino que lleva mucho tiempo ahí, porque esta nueva librería viene a recoger el testigo de la centenaria Ojanguren, que ocupó hasta 2017 el mismo local y a la que rinden homenaje con el letrero en su entrada. Una apertura que hay que celebrar, porque se suma a esa red cultural ovetense que va tejiéndose poco a poco, pero con puntadas sólidas y duraderas.
Matadero Uno es el proyecto de unos enamorados y entusiastas de los libros, de unos tipos que ven en la literatura una forma de enfrentarse a la vida, esa «vida de repuesto» que hace que todo sea mejor y más llevadero. Son Leticia Ruiz (escritora), Natalia González (librera), Luciano Hevia (librero) y Jorge Salvador (editor); que lo que empezó como una idea y un proyecto, con el paso de los días fue materializándose y cogiendo forma. El local lo tenían claro desde el principio: «Sabíamos que el sitio era donde había estado Ojanguren, una librería que fue referente y, por desgracia, cerró sus puertas en 2017». Cuando acudieron a Julio Rojo, último propietario, les recibió con los brazos abiertos y manifestó que llevaba esperando años a que algo así llamase a su puerta.
La librería, además de vender libros libros que hay que comprar, porque nadie se hace rico siendo librero, pero tampoco se vive del amor a las letras y el cariño ciudadano. ¡Así que compren!, quiere ser un punto de encuentro cultural y divertido, un espacio donde uno pueda ir a pasar un buen rato mientras disfruta de una presentación, escucha música, se toma una cerveza o habla con los libreros y clientes. Una librería de siempre, pero renovada; un lugar en el que uno sea feliz y siempre vuelva.
Entre estos cuatro héroes -bien merecen el apelativo lanzándose a emprender, y más dedicándose a la venta de libros- es verdadera devoción lo que hay por Kurt Vonnegut y su novela ‘Matadero cinco’. Y gracias a un juego con el título y el número del local, decidieron llamar Matadero Uno a su librería.
Leer nunca fue tan revolucionario y disruptivo. Ahora que todo ha de optimizarse, que en todo uno ha de obtener un beneficio, donde el multitasking reina; leer es una entrega única, una conversación en silencio entre el autor y el lector, un esfuerzo gozoso simplemente por el hedonismo o el conocimiento.