¿Por qué llevar a la práctica los Objetivos de Desarrollo Sostenible es fundamental para la próxima Comisión Europea?

María Nikolopoulou MIEMBRO DEL CESE (COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO), REPRESENTANTE DE LA CONFEDERACIÓN SINDICAL DE COMISIONES OBRERAS Y MIEMBRO DE LAS SECCIONES DE AGRICULTURA, DESARROLLO RURAL Y MEDIO AMBIENTE (NAT) Y TRANSPORTES, ENERGÍA, INFRAESTRUCTURAS Y SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN (TEN)

OPINIÓN

MARKO DJURICA | REUTERS

02 nov 2023 . Actualizado a las 08:55 h.

Estos días son clave para avanzar en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ya que la cumbre que se celebrará en Nueva York tiene por objeto marcar el inicio de una nueva fase para acelerar la puesta en práctica de los ODS con orientaciones políticas de alto nivel. En septiembre del 2015, los dirigentes mundiales, reunidos en las Naciones Unidas con el fin de aprobar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluía los diecisiete ODS, trataron de abordar los apremiantes retos mundiales teniendo en cuenta, en pie de igualdad, las dimensiones económica, social y medioambiental. Ahora, a mitad de camino hacia el 2030, es esencial hacer balance de los progresos realizados, los retos que se han presentado y el camino hacia la consecución de esos ambiciosos objetivos. La realidad es que nos estamos quedando atrás y parece que, aunque disponemos de todos los recursos y la tecnología necesarios, falta la determinación política de avanzar a un ritmo adecuado.

Durante el Foro Político de Alto Nivel celebrado en julio en Nueva York se mencionó que el informe de la ONU sobre los ODS dejó claro que solo el 12 % de los objetivos van por buen camino a escala mundial. Europa está en mejor posición que otros continentes, ya que se han registrado avances en algunos de los ODS, pero no en todos y no tan rápido como se debería. Además, existen disparidades entre los Estados miembros y las regiones de la UE y hay un largo camino por recorrer, ya que las crisis sucesivas, como la pandemia y la guerra en Ucrania, están desestabilizando el mundo y nuestros esfuerzos.

La falta de una mención explícita a la aplicación de los ODS en el discurso sobre el estado de la Unión pronunciado por la presidenta Ursula von der Leyen el 13 de septiembre muestra que los ODS no son la fuerza motriz del cambio de las políticas de la UE. Existe cierto postureo con los ODS. En lugar de considerarlos como un paraguas que define nuestras acciones para un cambio sistémico, nos limitamos a tomar decisiones aisladas y a indicar cómo afectan a la consecución de objetivos específicos.

La Comisión Europea entrante debería tomarse en serio el compromiso político de trabajar por los ODS. La consecución de la Agenda 2030 requiere cambios estructurales, soluciones innovadoras y colaboración entre los gobiernos, la sociedad civil, las empresas y las organizaciones internacionales. Necesitamos un plan transformador a largo plazo que vaya más allá del 2030. El CESE y otras organizaciones de la sociedad civil han venido pidiendo una estrategia global para llevar a la práctica los ODS desde el principio, algo que requiere valentía y compromiso político no solo para canalizar los recursos financieros y humanos disponibles, sino también para reestructurar el funcionamiento de la administración y romper los compartimentos estancos.

Estamos sufriendo inundaciones, sequías e incendios forestales sin precedentes. Estamos asistiendo al aumento de las desigualdades sociales y, con ellas, a desórdenes sociales y al desprecio hacia nuestros políticos y responsables de la formulación de políticas. Estamos viendo cómo los grandes agentes económicos mejoran su posición en el mercado y cada vez es más difícil para los pequeños sobrevivir. Llevar a la práctica los ODS es la única solución fiable para todos. Ello requiere una acción colectiva, soluciones innovadoras y una dedicación renovada a la construcción de un mundo mejor para las generaciones actuales y futuras. ¡No podemos dejar que la incertidumbre condicione nuestro futuro!