Chiquito, la inteligencia artificial y los pinganillos en el Congreso

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

Unidad_Fotografia - TVE, S.A.

22 sep 2023 . Actualizado a las 09:00 h.

España es un país formidable. Lleva treinta años rompiéndose, tenemos problemas para aburrirnos (algunos en vías de solución, miren lo de Rubiales) y fallos estructurales, pero ahí estamos, mirando al horizonte con optimismo.

¿Qué avala esta tesis contraria al sentimiento mayoritario que se desprende del debate en las redes? Primero, una de las esperanzas de vida más largas del mundo, sostenida por la alimentación con productos frescos y la sanidad pública. Segundo, un Estado de bienestar basado en una descentralización autonómica y municipal que ha acercado la administración a los ciudadanos. Tercero, las buenas expectativas para sobrevivir a la inevitable transición ecológica (cuanto antes dejemos de depender del petróleo, mejor) y a la imparable digitalización (somos una potencia).

En este contexto resulta curioso el ruido sobre el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso. Es lógico, pero quedará superado en cero coma. Vivimos en un país plural. Que los diputados (incluso los de Vox, si les dejan) usen el gallego, el euskera y el catalán a voluntad es lo propio de un país plural. Ahora les ayudarán los pinganillos. En el futuro, la inteligencia artificial. Esa que mete miedo por ser capaz de resucitar los chistes de Chiquito de la Calzada en inglés, robar la voz a actores como Stephen Fry y vampirizar los textos de escritores como George R.R. Martin. ¿Qué podría salir mal con esa tecnología en el Congreso?