Ay, la vuelta al cole de la clase política. Es bastante parecida al cole de verdad. Hay políticos que cuentan las horas para volver a reunirse con sus amiguitos. Otros se hacen los remolones, fingen estar enfermitos, les cuesta arrancar. María Jesús Montero, vice del PSOE y ministra en funciones, pertenece al primer grupo, al de los encantados de regresar, digamos, a las armas. No hay más que verla en esta anónima calle de Oviedo, desplegando sus extremidades superiores con ese gesto universal, tan saludable y entrañable, que quiere decir algo así como ven a mis brazos. Hay quien pensará si la mujer no estará ensayando para el día en el que se le ponga a tiro Carles Puigdemont, ese hombre cuyas propuestas el PSOE ha colocado oficialmente en sus antípodas. Palabra de partido político. Ergo no hay que descartar que el día menos pensado toda España acabe por decreto ley comiendo, merendando y cenando canguro, le guste o no a la gente la carne del marsupial.