Y todos quedaron encantados

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

CASA DE S.M. EL REY | EUROPAPRESS

23 ago 2023 . Actualizado a las 08:44 h.

Complacerlos a todos no era tarea fácil. Más bien, casi imposible. Pero Felipe VI ha logrado que todos queden encantados. El que ganó las elecciones el 23-J sigue soñando con un imposible. El que las perdió sabe que antes o después será el ganador. Y los adjuntos y allegados quedan contentos porque sus tutores lo están.

El monarca ha seguido al pie de la letra el patrón de proponer al que presentó mayor número de apoyos para que vaya a la investidura. Y ese fue Núñez Feijoo, con 172 frente a los 152 de Pedro Sánchez. Aunque el rey sabe, como la totalidad de los españoles, que su decisión no tiene recorrido porque los populares no van a lograr ni un aliado más y que, por tanto, la investidura fracasó antes de celebrarse. El propio Feijoo, en un arranque de sinceridad, dijo, tras reunirse con Felipe VI, que «no tengo garantía de ganar, pero voy a defender una alternativa».

Y para eso vale la nominación. Para que Feijoo tenga sus minutos de gloria. El encargo le permitirá seguir dando la tabarra con que ganó unas elecciones que perdió, ayer volvió a hacerlo hasta la saciedad; apurar los plazos para una posible repetición electoral tratando de acortar las negociaciones de Sánchez, y para tratar de acallar las desavenencias y críticas internas por la nefasta campaña electoral y la peor gestión de la elección de la Mesa del Congreso.

Van a ser semanas intensas de defender una realidad tan imaginaria como inalcanzable, porque el PP no ha ganado las generales, aunque venciera en votos; pero como en este reino gobierna quien reúne más apoyos, Feijoo no va a gobernar esta legislatura. Por mucho que se instale en la fantasía y la ensoñación hasta que se tope con la realidad en la votación para la investidura.

Pero también a Pedro Sánchez le favorece la decisión real. Porque lo que necesita el presidente en funciones es tiempo. Para articular una mayoría suficiente que lo respalde y para tratar de vestir de legalidad las exigencias de los independentistas. Tiempo para avanzar en esa amnistía para los encausados del procés «en el marco de la Constitución», como dijo a la salida de la Zarzuela. No lo tiene fácil, pero a mayor plazo, mayores posibilidades de lograr los objetivos. La presión del calendario no es buena compañera de negociación. Le conviene tanto este escenario que en los últimos días él mismo despejó el camino a que el líder popular se someta al examen parlamentario, porque así, dicen los socialistas, se evidenciará su «fracaso» y su «ridículo».

Algún día deberíamos solucionar este formato de elección de candidato, que es una pérdida de tiempo; dar vueltas sobre sí mismo para no llegar a lugar alguno. A no ser que el fin no sea otro que el de satisfacer a los candidatos. Es por lo único que se entiende. Porque Feijoo tiene las mismas posibilidades de llegar a la Moncloa como que nos caiga el gordo de Navidad a los que no jugamos a la lotería. La misma.