Sánchez, como Cristo, puede ser ungido

OPINIÓN

Pedro Sánchez junto a José Ramón Gómez Besteiro en el mitin de este jueves en Lugo
Pedro Sánchez junto a José Ramón Gómez Besteiro en el mitin de este jueves en Lugo Carlos Castro | EUROPAPRESS

30 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay lectores y lectoras muy fieles, que siguen con afán o gusto, muy de mañana, «su» periódico diario, manoseando papel y oliendo tintas negras. El periódico, más el de papel que el digital, por acumulación de químicas, provoca adicciones, dependencias, y puede hasta transmitirse por herencia, escrito sea no sólo por las rentables esquelas como las anticristianas por vanidosas del ABC.

Lectura de placer de antes y todavía para algunos, privilegiados y ricos de hoy, superando unos las dificultades por el imparable cierre de quioscos por crisis del negocio. Y también, superando otros el cada vez más alto precio a pagar al quiosquero madrugador, lecheros ya no quedan, por dejar, sobre el felpudo domiciliario, el ejemplar diario de papel, antes barato.

Si las elecciones generales se celebran en domingo, caso de las últimas en España, lectores y lectoras de diarios, ya acostumbrados a leer la prensa gratis en cafeterías, siguiendo el modelo vienés y turco, se sacrifican y hasta los compran la víspera, el sábado, o lo compran el día, después de las elecciones, el lunes.

Y si el domingo la izquierda resulta ganadora, siendo el caso de España, tan frecuente, hay que releer entonces, en la víspera, el sábado, o el mismo día de elecciones, al «impío» diario, que es El País, y el lunes al «pío» diario, que es el ABC. Lo de «impío» o «pío» es por no tener o tener, respectivamente, terminales de Gracia en la Conferencia Episcopal Española.

Así el sábado día 22 de Julio, se leyó en el diario El País lo siguiente, escrito por una tal Ana Iris en la página 12: «Porque Feijóo no sólo se forjó como político a la sobra del chapapote, sino que no es muy distinto a él, todo lo tapa». El domingo, 23 de Julio, el mismo periódico sorprendió, casi con escándalo: «Este periódico no tiene ninguna inquietud, ni grande ni pequeña, ante el hecho de que el 23J se dirima un Gobierno de derechas o de izquierdas». ¡Si la llamada «prensa fetén», frente a la de las redes sociales, la de la libertad de expresión e información, sobrevive o depende de lo que pagan los políticos, los llamados anuncios y propagandas políticas, violando leyes y mezclando delictivamente información con propaganda, ya me dirán…! Ja y ja.

El lunes 24 de julio, el director del diario ABC tituló su billetito milagroso: «Nos equivocamos» Además, en la ya vieja página TERCERA, hubo un artículo nada felino, La derecha engatusada. El autor, Ignacio Camacho, otro sábado anterior, el 8 de Julio de este mismo año, escribió: «Puigdemont, juguete roto abandonado en el desván de un casoplón belga donde ya apenas peregrinan unos cuantos leales irredentos quizá tan cansados de él colmo el resto». Y añade, en referencia al catalán huido: «El olvido y la indiferencia lo han enterrado políticamente, pero quedan por depurar sus responsabilidades penales en el desafío secesionista».

Y resulta que el tal Puigdemont, después de lo del 23-J, por inteligencia de urna o hucha de españoles, es la llave para que el Presidente de Gobierno de España permanezca en La Moncloa. Tales frases del periodista Camacho me recordaron lo que en el mismo ABC, el 8 de mayo de 1993, bajo el litúrgico título, Sacramento de la identidad, escribió el que fuere Académico de la Lengua y muy de teatro furioso, don Francisco Nieva, el manchego como el queso y como Antonio Gala: «Prever el futuro no es soñarlo». Sueños, recuérdese, que no solo son de niños, sino también de adultos; no sólo de novelistas imaginativos, sino también, de periodistas realistas.

Sin duda, lo más interesante y sorprendente de la prensa en las pasadas elecciones del 23-J, se pudo leer en la página 6 del martes 25 de julio en el periódico El Mundo: «Los herederos de CDC invitan a Sánchez a tomar la iniciativa si desea ser UNGIDO». Carl Schmitt, que en 1922 escribió que todos los conceptos centrales de la moderna Teoría del Estado son conceptos políticos secularizados (Teología Política), no pudo imaginarse que uno de esos conceptos fuese el muy teológico de UNGIDO, por ser Cristo, la segunda Persona de la Trinidad, el genuino ungido o enviado por Dios Padre.

Todo lo demás resulta ya accesorio: En el mismo ABC, de 24 de Julio, del pasado lunes, Juan Manuel de Prado, en la página 7, hace un peculiar y seductor análisis materialista y/o fatalista del resultado electoral, escasamente liberal: «Habrá que recordar -escribe- que la gente vota según le convenga al Dinero, que tiene los instrumentos de ingeniería social necesarios para infiltrarse en las conciencias. Y al Dinero le conviene que en España gane las elecciones el doctor Sánchez».

«Meter» al Dinero en unas elecciones políticas es como meter al zorro en el gallinero; es asunto interesante y peligroso, resultando fácil la victoria y fartura de la alimaña. Se hace aparentar, falsamente y en primer lugar, que nada tiene que ver Dinero y Elecciones, probándose luego que están más entrelazados que los «entes eróticos» humanos en trance de amor o los ofidios del Laocoonte. Asunto ese del Dinero que los marxistas y los cristianos, mesiánicos ambos, para desacreditar a la democracia liberal, siempre lo predicaron: Cristo y Carlos Marx, dos judíos, lo vieron con mucha anticipación. La novedad es que ahora, ahora hasta las derechas, derechas extremas o extremas derechas, lo denuncian.

Y escribiendo de Dinero, he de mencionar a Borja Hermoso, que ha escrito un libro que titula, con mucho bombo y platillo, La Conversación infinita (Siruela, 2023), un libro de entrevistas no infinitas sino breves, algunas muy breves, y que es copia de algunos ciudadanos franceses (tal es el caso de Guy Sorman, ahora también escritor de páginas en ABC), incapaces de escribir buenos libres, reúnen entrevistas para dar formato de libro, sólo formato.

La primera entrevista del libro de Hermoso es la efectuada a George Steiner (1929-2020), judío y ateo, en julio de 2016, que, en octubre de 2001, en el Teatro Campoamor de Oviedo, pronunció un discurso sobre follón de Babel y las lenguas regionales, sin haber entendido nada los aplaudidores del patio de butacas y el Rey menos aún. Steiner, en esa entrevista, explicó lo del Dinero: «El olor del Dinero nos sofoca. Cuando yo estudiaba, la gente quería ser miembros del Parlamento, funcionario público, profesor. Hoy incluso el niño huele el dinero, y el único objetivo ya parece que es ser rico. Y a eso se suma el enorme desdén de los políticos hacia aquellos que no tienen dinero. Para ellos, solo somos unos pobres idiotas». Política, Poder y Dinero, palabras Mayúsculas.

Tiene razón De Prada cuando escribe de las encuestas demoscópicas euforizantes y de los charlatanes de tertulia, y de los analistos hiperventilados. También la tiene cuando escribe que al doctor Sánchez, que así lo denomina, lo han votado «los gerifaltes de Bruselas, los archipámpanos de la OTAN y los mandamases del foro de Davos, que son los que de verdad cuentan». Y pregunto: ¿Por qué todos los Presidentes del Gobierno, incluso Rodríguez Zapatero, son tan ricos?

Si en la página 7 del día 24 de julio, está el artículo antiliberal De Prada en el milagroso ABC, en la página 8 hay un artículo del ultraliberal Guy Sorman, que lo concluye así: «La democracia liberal es la única institución conocida y probada que permite a optimistas, pesimistas y odiadores convivir sin matarse unos a otros en el mundo tal como realmente es». Antes había escrito, para dejarlo claro, que la mitad de la población, a la que gusta la época en que vivimos, siendo humanista y optimista, vota a los partidos liberales. Es deducible que los votantes a los partidos socialistas y a otros de izquierdas, son pesimistas y odiadores. ¿Será verdad?

A Guy Sorman comencé a leer a mediados de los años ochenta del siglo XX en el diario francés Le Figaró, magníficamente dirigido en aquel tiempo por Louis Pauwels, de brillante pluma, también equivocada a veces. Y es que los periodistas de derechas se equivocan con frecuencia, no así los de izquierdas que en esto son como los obispos, de certeza sacramental por apostólica. Leí de Sorman La Solution libérale en 1984 y Les vrais penseurs de notre temps en 1989 (Fayard), otro libro de entrevistas como el de Borja Hermoso.

No fue casual que ya en los años ochenta del siglo XX Sorman prefiriera a Hayek, ultraliberal y rival de Keynes, el de la superioridad de la economía de mercado, las privatizaciones y autor de que el socialismo es una nostalgia de la sociedad arcaica, de la solidaridad tribal. La democracia liberal no puede resolver todos los problemas, por el contrario, la socialista, o mejor, la peculiar de Pedro Sánchez, sí y sí. Lo afirmado por éste: «La democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad», acaso sea por su segura condición, divina, de UNGIDO como un Cristo. Y las encuestas como los supuestos profetas fracasaron; sólo acertó Isaías, al escribir en un versículo lo que le había dicho Yahvé: yo soy también el autor del mal.