Felipe tiene razón: la lista más votada

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Felipe González, expresidente del Gobierno.
Felipe González, expresidente del Gobierno. JUAN CARLOS HIDALGO | EFE

04 jul 2023 . Actualizado a las 10:55 h.

Tal y como está España, casi partida en dos o en doscientos; tal y como está este país, dividido en bloques y en bloqueos; no queda más remedio que darle la razón a Felipe González. El ex presidente dice que, tras las elecciones, debería gobernar la lista más votada. El problema de esta fórmula es que solo la acepta siempre el que está en cabeza en los sondeos. El que se ve segundo y puede tentar alianzas no traga a priori que tendría que ser presidente quien quede primero en diputados el 23J, aunque no alcance los mágicos 176 escaños.

Felipe González lo argumenta bien en el artículo que publicó en Nueva revista y que tituló Pónganse de acuerdo. Sus buenos deseos están lejos de la realidad que quema de este país de trincheras. En España, hace tiempo que caminamos por el filo. Hablar de política en tu entorno se está poniendo tan difícil como lo fue y lo es discutir de política en Cataluña, donde solo se acepta como auténtica y única la verdad nacionalista.

Los extremos nos matan y nos atan. Felipe González, que no es del equipo de Núñez Feijoo, justifica la necesidad de permitir que gobierne el más votado en el divorcio existente en el país. El otro camino solo llevará a multiplicar el odio, a acuerdos complicados por derecha o por izquierda, a que los independentistas del País Vasco y de Cataluña se aprovechen una vez más de la debilidad del Estado. Escuchen a Felipe González: «Busquemos soluciones en las que la lista más votada sea aceptable cuando no haya otra opción». Insiste en que la salida son esos pactos de centralidad en los que los dos grandes partidos vuelvan a mirarse a la cara. ¿Por qué? Por el bien de todos. Para dejar de estar en manos de unos cuantos, sean de Vox o de Esquerra. Este atrevimiento de Felipe González tiene más seguidores en el PSOE. Así es que las encuestas hablan de casi un millón de votantes que podrían pasar de Sánchez a Feijoo. No es de extrañar. El sanchismo tiene fatigada a más de media España.

Sigo el hilo de Felipe. Subraya que es partidario «especialmente de los pactos de centralidad», ya que a su juicio «fortalecen no solo la democracia, sino también el destino de un país». «Cuando estos pactos de centralidad desaparecen, el país se debilita, se polariza, pierde fuerza y credibilidad tanto interna como internacionalmente. Y ahí es donde estamos ahora», sentencia González, que se atreve a arrojar como ejemplos de drama a Estados Unidos y a Brasil.

Para evitar el juego tóxico de extrañas alianzas por un lado o por el otro, para volver a mirarnos a la cara, para comenzar la reconciliación nacional, dejemos que, como en el fútbol, gobierne el que gane el partido.