Protocolo. Así llamó el PP a vetar a asistir a Bolaños en la fiesta de la comunidad de Madrid

OPINIÓN

Momento en el que se ha impedido al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, subir a la tribuna
Momento en el que se ha impedido al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, subir a la tribuna Juan Carlos Hidalgo | EFE

07 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Así se escribe la historia, no ya la de los libros que supone investigación, paciencia, tesón y criterio de objetividad, sino la del día a día, la de la convivencia, la de: «se hace el camino al andar».

Ayer, 2 de mayo: «Fiesta de la Comunidad de Madrid», estaban programados una serie de actos institucionales y, parece ser que el protocolo indicaba unas directrices de comportamiento que cada uno interpretó según el color de la bandera de su partido político.

Hasta ahí la historia: nada que objetar, porque se limita a la literalidad de los hechos, al desarrollo puntual de los mismos.

Pero vayamos al relato y este es sencillo en las formas, aunque complejo en su interpretación. Los medios, como buitres carroñeros, se han lanzado sobre la presa y cada uno la ha ofrecido a sus crías hambrientas de carne fresca.

Todos lectores y/o video-oyentes hemos disfrutado a nuestro criterio del festín.

Todos, en estos momentos de medido verdades hemos asistido a la confusión de la acción política. Aquella de la que depende nuestra vida ordinaria: cesta de la compra, sanidad, vivienda, futuro de nuestros hijos, estabilidad democrática, respeto de los derechos «duramente» conquistados.

Eso es lo que se cocía en la trastienda en este evento histórico y no el vestido coqueto de la señora Ayuso o el pelo engominado del señor Bolaños.

Esos datos de oropel constituían la parte superficial del relato; pero en el envite del juego se estaba apostando por seguir consolidando la democracia o poner una traba más a la convivencia y a la lucha por la igualdad.

Esta es mi sencilla aportación a ese glorioso 2 de mayo en que el pueblo madrileño formó una piña para hacer frente al invasor.

Este, y no otro es el auténtico Protocolo de la civilización y que tiene que hermanar las voluntades humanas.