Hablar del tiempo que hace es una de las típicas conversaciones en los ascensores (aunque tras la llegada de la COVID muchos seguimos utilizándolo de manera solitaria), pero estos días se están sucediendo informaciones muy importantes relacionadas con el medio ambiente. El mes de abril ha sido muy poco lluvioso y llevamos unas semanas con unas temperaturas mucho más altas que en las mismas fechas de años anteriores. La falta de agua en los embalses, las nefastas consecuencias que genera este clima para la agricultura y la ganadería y lo que nos afecta en nuestra salud a los humanos (alergias múltiples, enfermedades cardiorrespiratorias y efectos en la piel) requiere que no nos tomemos a la liguera este asunto. Aunque cinco personas consiguieron centrar la atención mediática tras rociar con pintura negra las fachadas de las sedes del PP y del PSOE (con este tipo de acciones yo no me siento representado por muy de acuerdo que pueda estar con lo que dicen defender), lo que está siendo noticia son las pretensiones que tiene la Junta de Andalucía en Doñana (regularizar cientos de hectáreas de cultivos de regadío sin permiso). En una huida hacia adelante, el PP ha llegado a acusar al comisario europeo Virginijus Sinkevi?ius de hacer campaña para Pedro Sánchez, lo que ha generado en Bruselas un considerable cabreo. Esperemos que Juan Manuel Moreno Bonilla reconozca que se ha equivocado y dé marcha atrás. Si por el contrario no da el brazo a torcer y sigue en su empeño de recolectar votos en la provincia de Huelva de esta manera, esta legalización de usos indebidos de agua me parece que se asemejará a la amnistía fiscal de la época de Cristóbal Montoro (no puede ser que quien infringe las normas al final salga beneficiado o perdonado por ello).
En la noche del lunes al martes se cerró el plazo para la presentación de candidaturas a las elecciones locales y autonómicas. Con la publicación de las listas en el BOPA se ha podido constatar, una vez más, que los menores de 40 años seguimos siendo una amplía minoría en el interés de los partidos políticos en comparación a edades superiores (y tampoco hablo de una media exagerada con el caso de Joe Biden, que ha anunciado que vuelve a presentarse el año que viene en representación del Partido Demócrata. Si ganase de nuevo y completase su mandato se jubilaría con 86 años). Sigo viendo un problema la escasa presencia de mujeres y hombres jóvenes en los partidos políticos, porque sin este sector de la población no habrá oportunidad de que aprendan el noble ejercicio de la política de la mano de personas con experiencia, ni habrá una renovación de ideas y visiones a los tiempos que corren ni se transmitirá a la juventud la importancia de participar activamente en la vida política (ni en otras, como la social, vecinal, cultural, deportiva, etcétera). Me parece que en las instituciones nos tenemos que sentir representados por personas que compartan nuestros valores, preocupaciones y necesidades, y siempre será más fácil esa empatía si la otra persona comparte las mismas o parecidas inquietudes. A ver si conseguimos para la próxima convocatoria electoral incrementar la presencia de ochenteros en adelante.
Comentarios