Ford, cuando hay grandes beneficios y ayudas públicas, todo son sonrisas y parabienes en un sector del automóvil que está al 100% en manos extranjeras. Pero cuando hay «ajustes» y momentos de menores ganancias, las pérdidas siempre se pagan con despidos de trabajadores. Primark, tras la contundente victoria de las trabajadoras de las tiendas de Inditex, sus compañeras se lanzan a la lucha para conseguir salarios dignos y conciliación familiar. Petronor, la plantilla -que supera los 900 trabajadores- en Bilbao se lanza a la huelga para lograr un convenio que mejore sus condiciones de trabajo.
Lo que Ford busca -con el despido de 1.144 trabadores- evitar una bajada de sus enormes beneficios, para ello quiere reducir sus gastos entre 7.000 y 8.000 millones de dólares. Sin embargo, ha recibido al menos 119 millones de euros en ayudas públicas directas. Primark -del grupo monopolista británico Associated British Foods- está en constante crecimiento, y se espera que sea del 16% esta temporada. Petronor -propiedad de Repsol- ha repartido 200 millones de euros entre sus accionistas y ha obtenido unos beneficios de 470 millones de euros.
Ford, Primark y Petronor
Con Ford, el problema de fondo es un modelo productivo en España con una industria menguante, a lo que se añade que nuestra principal industria -con el 10% del PIB y el 18% del total de las exportaciones, y con 2 millones de puestos de trabajo entre directos e indirectos- está al 100% en manos extranjeras, en manos de gigantes monopolistas a la búsqueda de los máximos beneficios.
Con Primark, el problema es la precariedad de las condiciones laborales, por lo que los trabajadores demandan el incremento salarial, la reducción del límite para trabajar los domingos y festivos, la mejora de los descansos y las vacaciones, así como el aumento de las horas de los contratos de forma progresiva para los trabajadores a jornada partida o a media jornada.
Con Petronor, el problema es la mejora de las condiciones laborales como consolidación del aumento salarial con el IPC anual, reducción horaria anual, eliminación de las restricciones en la concesión de los permisos; y la salida y reposición del colectivo de mayor edad.
Ford no sólo se lleva los beneficios, las ayudas también
Lo que Ford busca es evitar una bajada de sus enormes beneficios durante la transición hacia la fabricación de vehículos eléctricos; así como asegurar ganancias en la etapa de coches eléctricos. Todo ello, dentro del objetivo de reducir su producción en Europa para llevársela a Estados Unidos. Ford quiere reducir sus gastos entre 7.000 y 8.000 millones de dólares para mantener el nivel de beneficios.
Sin embargo, Ford España ha recibido -desde su instalación en la Comunidad Valenciana- abundantes ayudas por parte tanto de la administración central como de la autonómica, que en los últimos 16 años sumarían como mínimo 119 millones de euros en ayudas públicas directas. Y como «agradecimiento» plantea el despido de uno de cada cinco trabajadores de la plantilla actual.
Ford se ha beneficiado también de las ayudas de dinero público que han sido los ERTE. Actualmente disfruta de uno vigente hasta el 30 de junio -por la falta de componentes, semiconductores y los problemas de suministro debidos a la guerra en Ucrania y al rebrote de la covid19 en China-; y en 2020 y 2021 Ford llevó a cabo dos ERE con despido de mil trabajadores mientras se acogía a dos ERTE sucesivos.
Primark, los beneficios priman a costa de los trabajadores
Los trabajadores exigen «un salario digno y mejora de la conciliación familiar» -algo básico-, y lo reclaman a una empresa que está en constante crecimiento -se espera que sea del 16% esta temporada-, y denuncian una vez más unas condiciones laborales precarias.
La lucha victoriosa de las trabajadoras de Inditex en estos últimos meses ha animado a todos aquellos que sufren las mismas situaciones laborales en el mismo sector. Aunque los contratos laborales son diferentes -mientras en Inditex dependen de los convenios provinciales para conseguir mejoras, en Primark existe un convenio propio- la lucha y las reivindicaciones son las mismas.
Los monopolios de la distribución textil reconocen la fuerza de los trabajadores del sector. Primark, Inditex, Mango, H&M y Uniqlo han formado una nueva patronal, Asociación Retail Textil España (ARTE) «para intervenir y participar en el diálogo social con las organizaciones sindicales y promover acuerdos en materia de negociación colectiva», según sus estatutos.
Petronor, la petrolera que no reparte sus beneficios con los trabajadores
Como ha destacado el comité de empresa: «nuestras pretensiones son absolutamente acordes con la situación de una empresa más que saneada, que en este año ha amortizado toda la deuda que tenía pendiente. Ha repartido 200 millones de euros entre sus accionistas y además ha obtenido unos beneficios de 470 millones de euros, batiendo su propio récord».
El actual propietario de Petronor es Repsol. La compañía posee casi el 86% de la propiedad y Kutxabank el 14% restante. La refinería ha conseguido unos beneficios récord en los primeros nueve meses de 2022 -305 millones concretamente- que no quiere repartir, en ninguna medida, con los trabajadores que han hecho posible tales ganancias.
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