El tren que nos pasa

Juan Miguel Fernández

OPINIÓN

Un tren de vía estrecha en el cruce de El Berrón
Un tren de vía estrecha en el cruce de El Berrón

10 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

¡Cuántas ilusiones! Lleva a la ciudad el tren de madera que cantara Víctor Manuel. Cuántas horas de viaje empleadas. Cuántos kilómetros de railes tendidos por toda la geografía. El tren, el medio de transporte tan antiguo, y tan moderno a la vez. 

Toda Asturias es un clamor, un anhelo, una ilusión, a la espera de que llegue el día en que el AVE inaugure el servicio regular por la Variante de Pajares. Una obra que ya concibió hace, nada más y nada menos, que cuarenta años Alejandro Rebollo y que hace casi veinte, dieron el pistoletazo de salida, nada más y nada menos, que Cascos y Rato. 

Se hacen números sin parar. Se calculan los viajeros que llegarán y hasta cuánto dinero nos dejarán. Se calcula con horas y minutos cuánto durará el viaje a Madrid o a Sevilla. Se calcula, hasta en los céntimos, los millones que se llegarán a invertir en la faraónica obra. Reservados ya quedan los cohetes para tan magno acontecimiento. Habrá codazos para aparecer lo más cerca posible de la cinta a cortar. La ilusión por viajar en tren se recobrará en el Principado. 

Entre tanto se nos olvida que existe un extenso territorio, allá en el occidente, donde una gran parte de su población jamás se ha subido en un tren y otra mucha se le olvidó cuando fue la última vez que lo hizo. En el occidente hay una zona al sur donde hablar de trenes es una quimera, por lo tanto, les es muy difícil usar tal medio, pero otra zona en el norte sí tiene tren, y tristemente su existencia es meramente simbólica, pues no presta el servicio que se supone debería prestar. 

Los habitantes de Vegadeo tienen necesidad de ir en ocasiones a Oviedo, a resolver un trámite, a una consulta médica o en busca de alguna diversión. Para tal menester el tren no les sirve. Si el ciudadano en cuestión desea viajar a Madrid en tren ha de saber que empleará más tiempo en llegar a Oviedo que en el resto del trayecto. Lo difícil será poder hacerlo en el mismo día. En definitiva, sus prestaciones para la comarca son nulas. 

Las administraciones son de por sí despilfarradoras, pero como todos los dineros son finitos, existen los departamentos de hacienda para recortar en los gastos, y de hecho se recorta, en aspectos tan sensibles como educación o sanidad. La administración sabe con exactitud cuál es el déficit que ocasiona cada día la línea Gijón-Ferrol. Esas cifras no se hacen públicas y alguna razón ha de haber para tal silencio. 

Ahora estamos en tiempo de prometer. ¿Será el tiempo de anunciar la clausura definitiva de tal línea férrea?  ¿O tal vez nos prometerán una gran inversión para hacerla útil a las necesidades de este siglo? Seguro que todos coincidimos en que no será ni una cosa ni otra.