En la lista de los lugares en el mundo que son paraísos fiscales -recientemente publicada por el Ministerio de Hacienda de España- no están los principales, los estados de Estados Unidos que son paraísos fiscales. Y la mayoría de los integrantes del IBEX35 -las 35 mayores empresas y entidades financieras que cotizan en las bolsas españolas- tienen sus «empresas pantalla» en paraísos fiscales localizados en Estados Unidos.
¿Qué objetivo tiene publicar una lista con tan graves ocultaciones? Según las declaraciones oficiales, el objetivo es la mejora de la eficiencia en la lucha contra el fraude, la evasión fiscal y el blanqueo de capitales. Y fija unos criterios -acordes con el marco legal de la Unión Europea- que identifica los países y territorios que facilitan la instalación de sociedades extraterritoriales para la obtención de beneficios sin actividad económica real, y que tienen una baja o nula tributación, y ayudada por su opacidad y falta de transparencia.
La propia secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen ya admitió públicamente en un foro mundial que su país ya era “el mejor lugar para ocultar y lavar ganancias ilícitas” -mediante las llamadas “empresas pantalla”- debido a la facilidad legal para crear tales empresas. Es decir, por cumplir todos los criterios fijados para la elaboración de la lista española de tales lugares por el planeta. Si Estados Unidos -la única superpotencia realmente existente- ya ha reconocido que es el mejor paraíso fiscal existente, ¿por qué no está en la lista?
Se ocultan los principales paraísos fiscales
En su momento Oxfam Intermón ya denunció que el paraíso fiscal preferido por las empresas del IBEX35 era el estado de Delaware en Estados Unidos -con 352 filiales instaladas allí-, y los siguientes -curiosamente países de la Unión Europea- eran Holanda -con 119 filiales-, Irlanda -con 75-, y Luxemburgo -con 56-, acumulando el 75% del total de filiales de empresas del IBEX35 en paraísos fiscales. Es decir, tres cuartas partes del tal fraude fiscal no están en la lista de Hacienda.
El estado de Delaware en Estados Unidos tiene 6.446 kilómetros cuadrados de superficie -el segundo menos extenso del país- y 1.003.384 habitantes -el sexto menos poblado- pero tiene más de un millón trescientas mil empresas registradas, es decir, 1,3 empresas por cada habitante. Y cumple con todos los criterios de Hacienda anteriormente citados para ser paraíso fiscal. Pero no aparece en la lista.
Como tampoco aparecen los demás estados de Estados Unidos convertidos en los mejores paraísos fiscales del mundo -a saber, Nevada, Montana, Wyoming y Dakota del Sur- que también permiten crear una empresa pantalla sin informar de quién es su propietario -lo que sirve para evadir el pago de impuestos y lavar dinero- y, de hecho, ya acumulan más fondos monetarios que los clásicos paraísos fiscales reseñados en la susodicha lista de Hacienda.
Benditos paraísos fiscales
En el imaginario colectivo, los lugares del mundo para el lavado de dinero son países pequeños con un historial de leyes financieras relajadas y secretas -creencia fomentada por la superpotencia que se ha dedicado a denunciar a los otros paraísos- pero la realidad actual es que el país más poderoso de la tierra es el paraíso fiscal por antonomasia.
Durante la autodenominada «Cumbre de la Democracia» -foro virtual con más de un centenar de países invitados inaugurado por Joe Biden, que fue senador por Delaware entre 1973 y 2009- y de manera extremadamente cínica, Yellen -la secretaria del Tesoro estadounidense- justificó tamaño delito en la libertad que dispone cada estado miembro de EEUU para establecer sus propias reglas.
Una libertad legal para una apropiación ilegal, ¡bendita libertad! Porque Yellen no ha dicho nada de que Estados Unidos vaya a compensar -por las enormes pérdidas económicas- a todos los países y pueblos del mundo que están sufriendo tal atraco «legal».
El IBEX35 vuelve a sus dueños extranjeros
Quizá la razón de fondo resida en que el capital extranjero ya es dominante en el IBEX35 y la mayoría es capital estadounidense que canaliza sus inversiones través de fondos de inversión tradicionales, fondos de capital riesgo y fondos cotizados. Por lo que revierte a Estados Unido sus ganancias en España incluidas las transferencia a sus paraísos fiscales. Así se entendería que se oculten. A lo que se añade el efecto perverso de que peligra tener dinero en los que sí aparecen en la lista, con lo que se fomenta su traslado a los intocables paraísos estadounidenses.
Estamos de acuerdo con la denuncia papal de los paraísos fiscales. El Papa Francisco ha criticado los paraísos fiscales y señalado que las finanzas hacen «perder lo concreto, que es la producción y el trabajo de todos», porque se debe «invertir en el bien común, no esconder en los paraísos fiscales. La inversión es dar vida, es creativa. Uno esconde cuando no tiene la conciencia limpia». Y ha demandado «claridad, transparencia, inversión y producción para crear empleo” y destacado que “es importante el poder de las pymes para generar empleo porque de abajo viene la creatividad siempre».
EEUU y las demás oligarquías financieras necesitan paraísos
Y los necesitan como la otra parte de su existencia. Los necesitan para depositar las ingentes ganancias de sus bancos, oligopolios y fortunas personales. Son sus «puertos francos» -libres de impuestos- en los que tener a salvo una parte de sus obscenos beneficios. No son una anomalía a corregir. Los paraísos fiscales son consustanciales al actual capitalismo monopolista dominante en las finanzas mundiales.
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