No es poca la gente

OPINIÓN

Kilométricas colas para despedirse de Isabel II
Kilométricas colas para despedirse de Isabel II ALKIS KONSTANTINIDIS | REUTERS

16 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

A la conclusión de la ceremonia de las Medallas de Asturias se me acercó un conocido para informarme del fallecimiento de la Reina de Inglaterra y, muy convencido, me dijo que ahora sí hay que darlo todo para conseguir que se cambie la fecha del día de nuestra comunidad autónoma, porque si ya nos repele que la misa de Covadonga eclipse la celebración civil, no digamos nada si cada 8 de septiembre tendremos un reportaje extenso sobre Isabel II. La verdad es que llevamos una semana entera (y lo que queda) con este asunto en los medios de comunicación y es normal que se origine un debate sobre si un acontecimiento de estas características debe contar con ese despliegue informativo, y concretamente en la prensa española. Sí que me parece excesivo que se aprovechen minutos del telediario para ver el traslado del féretro de un sitio a otro, pero en honor a la verdad y nos guste o no, esta persona era un personaje histórico y no es poca la gente (se calcula que acuden a ver el féretro 3.000 personas a la hora) que ha ido hasta Westminster a darle su último adiós. Lo que no tuvo sentido alguno fueron los días de luto declarados por Ayuso (que todavía no me explico por qué fue incapaz de escribir al menos un tweet lamentando el fallecimiento de Almudena Grandes), pero es evidente que le gusta llamar la atención y más en algo que no sea una competencia suya (tampoco lo era homenajear a policías en Ceuta, pero creo que desde hace tiempo le interesa que se hable de ella por este tipo de cosas que por otras más turbias y peligrosas para su futuro político).

El CIS sacó ayer sus últimas encuestas y comparte el pronóstico de otros sondeos publicados con que el PSOE y el PP han recuperado la hegemonía en la izquierda y en la derecha. Según el barómetro, Pedro Sánchez sería hoy el vencedor de las elecciones generales. La tendencia en Europa parece ser otra en los últimos meses, viendo lo que ha ocurrido en Suecia (ayer dimitió la primera ministra tras la victoria de la derecha) y en Italia, donde aún queda campaña pero todo parece indicar que la ultraderecha quedará primero (aunque se ha colado en el debate las acusaciones de posibles intromisiones rusas, sobre todo en lo que se refiere a inyecciones económicas). Por lo que sea, los resultados en España se acercarían más a los portugueses que a los dos ejemplos anteriores. Hay que decir que a Feijóo le desautorizan hasta en Europa, y se ha visto esta semana que tanto Ursula von der Leyen como el grupo parlamentario donde está el PP defienden la creación de impuestos extraordinarios a las compañías energéticas, algo que la derecha en bloque votó incomprensiblemente en contra en el parlamento español. Quien nunca nos dejará de sorprender es Alberto Casero, que ayer se volvió a confundir en su voto (ha apoyado investigar al gobierno de Rajoy por la ‘Operación Cataluña’) y no es poca la gente que ha recordado aquella votación de la reforma laboral con la que se hizo famoso en toda España.