Todos somos necesarios, y ahora más que nunca. Nadie sobra en el Partido Socialista porque nuestros adversarios no son otros socialistas sino la derecha que ha provocado tantos sufrimientos a la ciudadanía, y por encima de diferencias que debemos ser capaces de encauzar, tras la reflexión y el debate que favorecen los cauces de una democracia interna que jamás debe estar congelada, tendremos que repensar un proyecto socialista para Gijón . Un proyecto con liderazgos incluyentes y democráticos, desde la izquierda, que hay que reconstruir para conectar con una sociedad gijonesa.
La confrontación directa, los enfrentamientos irresponsables solo nos llevarán al suicidio. Nuestra ejecutiva parece trabajar en la buena dirección para lograr una solución. Una vía imprescindible de distensión y diálogo mediante la convocatoria de unas “obligadas” primarias abiertas, para que la militancia haga posible la recuperación de la credibilidad del PSOE y la confianza ciudadana. Solo si somos capaces de de ello podremos ganar, y la clave está en cambiar la forma de sentir y hacer política, hay que trabajar en un proyecto dirigido a una mayoría social.
Respeto el sentido de voto, aunque obviamente tengo mi opinión. Me parecería un error soslayar ante la militancia un debate que ya está abierto, dando un portazo a las Primarias. Serian comportamientos que van contra de lo que defendemos en el PSOE y contrarios al espíritu de regeneración política en los partidos. Por ello afirmó que defenderé mis derechos como militante socialista, con absoluta firmeza, y respetaré el sentimiento y la posición política de la mayoría de votantes y militantes socialistas. Defenderé la aplicación de procesos que forman parte de una democracia participativa. Una respuesta, también, frente a los adversarios que quieren aprovechar nuestra fractura para laminarnos.
El movimiento por la reconstrucción democrática del PSOE ha iniciado su marcha, con fuerza, para que nadie caiga en la resignación, para que se recupere la ilusión y se consiga sumar a la ciudadanía.