Jaime, amigo, con el evento de las fiestas de tu barrio la noche se iluminará de luz y, el valle a los pìes del monte Naranco, de ruido.
De ruido, esas fiestas que la noche se coronan de gala, no solo con las orquestas, sino sobre todo en barrio limpio, nuevo con fiestas de postín se lanzan los voladores cuando inicia la fiesta o cuando ella llega a su fin.
Ahora, vosotros en esa bella urbanización de gala a la falda del Naranco, llamada la Florida, celebráis las fiestas supongo que las del Patrón, porque ahí tenéis la iglesia de San Antonio de la Florida.
San Antonio. 13 de junio, y lo celebráis con voladores que rompen el silencio de la noche y dan luz antes de que sueño nos arrope con su silencio, mimos, caricias amor.
Y, vosotros, ahora me desayuno esta mañana, bueno antes de desayunar ya mientras medio dormitada escucho con asombro y sobresalto que van a suprimir los voladores porque interrumpen el sueño la paz la armonía el sosiego de las mascotas
Ésa, así: lacónica, sutil penetrante, insultante es la noticia que hoy uno de los periódicos regionales nos pone en primera página.
Y digo yo, o sea que enfermos, niños y gente mayor. Es decir, los humanos con problemas de insomnio, con duermevela lenta o con reposo no grato, tienen que soportar esos rugidos de cohetes, de voladores llamamos aquí. Y, nadie, ningún alcalde ningún político de turno se ha preocupado por ellos.
Y, y tiene que venir ahora un señor, no sé quién es ni quien para decir quiénes tienen derecho para decir el interrumpir los voladores en la fiesta de San Antonio Florida, porque molestan a las mascotas.
¿Pero qué broma ye ésta?
Ya está bien de poner el carro por delante de los bueyes, hace siglos que la dignidad de las personas está por encima de cualquier antojo o del capricho del gobernante de turnos.
Los derechos humanos, son de reconocimiento universal aceptados por todas las democracias del universo.
El respeto por el medio ambiente, el mimo de las mascotas, y toda la parafernalia de turno, está bien. Bienvenido sea, siempre que no ponga en segundo plano el interés y el respeto por la persona humana.
Mascotas, sois un habitante importante de las sociedades más «avanzadas», pero en vuestro lugar y sitio. El que os corresponde. No suplantéis…
Y que no cunda el pánico. Que este evento mañanero que notició las fiestas de La Florida, sea eso: una anécdota, algo pasajero, algo de tertulia de bar, de fuego de artificio, de silbido de mascotas.