Ayer estuve en una reunión preparatoria de unas jornadas que se celebran anualmente en Oviedo/Uviéu, y como objetivo común de todos los participantes, deseamos con todas las ganas posibles que en noviembre la pandemia sea historia, pero historia de verdad. La COVID ya no abre los telediarios, Fernando Simón puede pasear tranquilo por nuestra comunidad autónoma sin ser reconocido, pero ojo porque de vez en cuando se cuelan noticias que informan que en estas semanas sigue falleciendo gente. Tampoco suelen comenzar los informativos con los asesinatos machistas, que lamentablemente parece difícil ponerle freno y más si sigue aumentando la presencia en las instituciones de partidos que la niegan. Es terrorífico ver en un debate electoral a una candidata como Macarena Olona denunciando que se criminaliza a la mitad de la población (en referencia a los hombres). Si una persona como ella no entiende que lo que se combate es el machismo y el patriarcado y que gracias al feminismo ella misma puede encabezar un proyecto político, mal asunto, porque si fuera residual esta opinión, no habría motivo para preocuparse, pero debemos ser conscientes de que cada vez más hay un sector de la ciudadanía que compra este discurso que nos retrocede en el tiempo. El odio y el rencor que desprende la ultraderecha culpando a los más débiles de todos los males (a los inmigrantes) debe frenarse con el conocimiento de lo que ocurrió en el pasado para no repetir los errores.
Desde hace años, el Presidente del Gobierno no solamente contesta en el Congreso de los Diputados a las preguntas que le hacen los portavoces parlamentarios, sino que el día anterior también lo hace en la cámara alta. Quizás se abra ahora una nueva expectación mediática por la presencia de Feijóo en el Senado (similar a la que tuvo el Parlamento Europeo cuando Pablo Iglesias estuvo por Bruselas), pero lo que parece que no va a cambiar mucho es el estilo del PP de los últimos tiempos en no repetir los errores. El líder gallego ha tirado de viejos argumentarios de los populares relacionados con los nacionalistas (principalmente los catalanes) y parece decidido a continuar con el bloqueo de órganos como el Consejo General del Poder Judicial, aunque como buen gallego diga que su pretensión es tender su mano a Pedro Sánchez para los grandes asuntos considerados de Estado. Quizás las elecciones andaluzas y el verano hagan que no sea el momento para alcanzar acuerdos, pero tampoco me parece que lo vaya a ser en el regreso de las vacaciones, porque vendrán las próximas elecciones locales, autonómicas y generales en 2023 (y ni tan siquiera veo factible para muchos gobiernos sin mayoría que puedan sacar adelante sus presupuestos).
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