Bromas hirientes sobre el cuerpo de una mujer, una agresión del «hidalgo» por defender el honor de su amada (ironía modo on), y el cúlmen, la frase «el amor te hace hacer locuras» ( dicha sin ponerse rojo), y todo en pleno 2022.
Siento vergüenza como mujer, como persona y como sociedad. No concibo como después de todo el trabajo hecho para que a las mujeres se las reconozca, no se las invisibilice, y se les de voz propia, aún haya individuos, hijos del patriarcado, que recurren a la normalización de la violencia para la resolución de conflictos, que quitan a la mujer toda agencia de tomar responsabilidad en una agresión que ha sufrido ella, invisibilizandola, y encima, justifican sus conductas machistas y tóxicas, en nombre del amor romántico.
Pero esto no deja de ser el reflejo de lo que pasa en la sociedad con el machismo. Frente a actitudes machistas, una gran mayoría permanece complice, no manifiesta crítica, enfado ni desagrado. El silencio cómplice y miedoso es el que sigue permitiendo innumerables abusos hoy en día, es una bofetada al avance.
Desde el feminismo, rebatimos diariamente que el amor no va unido a la violencia. Pero necesitamos que los hombres se posicionen de manera crítica con estas actuaciones. Nadie puede tolerar que la violencia se justifique y sobre todo, que se emplee como el arma con el que defender por amor, porque entonces estaríamos dando el Oscar, al amor tóxico.