Menos pantallas y más aire libre para frenar la miopía
OPINIÓN
Las personas que nos dedicamos al tratamiento y corrección de la miopía sabemos que su incidencia se está acelerando de forma significativa en las últimas décadas. En la actualidad, casi el 50 % de los adultos jóvenes en Europa, y entre el 80 % y el 90 % de los adultos jóvenes en áreas urbanas del este asiático son miopes. Se estima que para finales de este año 2021, cinco mil millones de personas en todo el mundo serán miopes. Actualmente, la miopía está considerada como un problema de salud pública a nivel mundial.
La miopía se considera alta a partir de más de seis dioptrías y se puede ver acompañada de otras alteraciones intraoculares, especialmente en la retina (desprendimiento de retina y alteraciones maculares), que pueden ocasionar baja visión e incluso ceguera. Esto es tanto más probable cuanto mayor sea el defecto. Por eso es muy importante intentar limitar su progresión.
El incremento de la prevalencia de la miopía en la última década está ocasionado fundamentalmente por cambios en nuestro comportamiento y estilo de vida. Por ejemplo, pasar escaso tiempo fuera de casa es un factor de riesgo establecido. El papel del trabajo próximo prolongado es controvertido hoy en día, pero hay muchos estudios que concluyen que tal asociación existe.
Pero ahora sabemos algo más, y es el papel que juegan los teléfonos móviles. Un artículo recientemente publicado en Ophthalmology, revista internacional de referencia en el área, muestra que los adolescentes daneses de entre 12 y 16 años pasan, de media, 4 horas al día mirando el móvil; en este estudio, el uso intensivo de los móviles, entendido como número de episodios de más de 20 minutos mirando la pantalla sin descanso, se asocia a un mayor avance de la miopía, particularmente en aquellos niños y niñas con menor actividad al aire libre. El uso intensivo tiene mayor influencia en el aumento de la miopía que el número total de horas de uso. Y de nuevo acaba de demostrarse como un factor mitigante la realización de actividades al aire libre.
Los autores del estudio sugieren que se deberían recomendar intervalos de descanso frecuentes para el uso de smartphones en adolescentes. La pauta más recomendada hasta el momento es la denominada regla 20-20-20: después de 20 minutos de trabajo de visión próxima se debe descansar unos 20 segundos mirando de lejos (a más de 6 metros). Y además, recomiendan que los niños pasen unas dos horas al día al aire libre.
Otros estudios han mostrado cómo la progresión de la miopía se ha acelerado durante el período de confinamiento por la pandemia del covid 19. Tanto el descenso del tiempo pasado en el exterior, como el incremento del uso de pantallas de ordenador para las clases online o juegos pueden contribuir a tal aumento. En alguno de estos trabajos se demuestra que el incremento de la miopía fue menor en niños que seguían las clases usando proyectores o televisores que los que usaban ordenador.
Finalmente, la Organización Mundial de la Salud ha emitido una serie de recomendaciones sobre el tiempo de uso de pantallas en niños: no se recomienda en niños de menos de dos años; los niños de 2 a 5 años deberían pasar menos de una hora al día con estos dispositivos, mientras que aquellos entre 6 y 10 años no deberían superar las dos horas de uso, y los de 11 a 15 años no deben sobrepasar las 3 horas por día, con descansos cada 20 minutos.
Respecto a otras medidas para controlar la progresión de la miopía, recientes estudios indican que la medida más eficaz para frenar el avance de la enfermedad es el tratamiento con colirio de atropina a baja concentración.
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