En las últimas semanas se ha producido un incremento de incidencia de casos de covid-19 en Europa, especialmente en los países bálticos, donde la situación es grave en Estonia, Lituania y Bulgaria, y en menor medida en Bélgica, Alemania, Grecia, Hungría, Holanda y Rumanía. En dichos países, la tasa de vacunación es baja, oscilando entre el 55 % y el 65 %.
Con la misma tasa de vacunación, Austria, donde se acaban de implantar fuertes medidas de restricción debido a la creciente presión hospitalaria, incluyendo el confinamiento de las personas no vacunadas. Las personas no vacunadas solo podrán salir de casa para trabajar, ir al médico o hacer compras prioritarias.
Hasta el momento, la situación es más favorable en Portugal y España, gracias a las elevadas tasas de vacunación, en torno al 80 %. Estos datos confirmarían la eficacia de las vacunas del covid-19 cortando cadenas de transmisión del virus y evitando el desarrollo de enfermedad grave, que provoca la hospitalización y el fallecimiento.
Las personas vacunadas con pauta completa que se contagian posteriormente presentan menor carga viral, eliminan el virus en torno a los tres o cuatro días y, por tanto, presentan menor probabilidad de contagiar en comparación con las personas no vacunadas.
Es por ello que la principal medida de prevención y de bienestar social frente a la pandemia del covid-19 es la vacunación. Sin duda.
Por todo lo explicado, debemos seguir por esta vía: por un lado, reforzando con terceras dosis de vacunación a los más vulnerables (mayores de 60 años e inmunodeprimidos); y por otro lado, vacunando a la población no vacunada, incluyendo probablemente a los menores de 12 años cuando tengamos la aprobación por parte de la agencia europea EMA (European Medicines Agency), como responsable de evaluar los datos aportados a través de los ensayos clínicos. Recientemente se han publicado los resultados de los ensayos clínicos en menores de 12 años en la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine.
Además, sigue siendo adecuado, como hasta la fecha, mantener el uso de mascarillas y ventilar los espacios interiores con el fin de evitar el desarrollo de brotes importantes.
Finalmente, se debe continuar con la vigilancia epidemiológica para determinar la incidencia de casos de coronavirus que, junto con otros indicadores asistenciales, nos permitan realizar un seguimiento de la situación pandémica.
Mª del Mar Tomás Carmona es médica microbióloga del Chuac, investigadora del Inibic y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas
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