Caneda es un show. Pero es un show tramposo, de otra época. Caneda es una comedia bárbara. El ex presidente del Compos tiene coña. Pero estamos en el siglo XXI y su coña es bastante rancia y está pasada de moda. Con motivo del aniversario del gol que Ronaldo, el auténtico, le metió al Compos en San Lázaro dejando atrás a ocho jugadores, Caneda volvió a ser actualidad, con su especialidad en frases reviradas de tono. Y los periodistas del Foro se aprovecharon de él, una vez más.
Me pregunto si se ríen con Caneda o se ríen de él. Ellos, por supuesto, defienden en las entrevistas que lo pasan estupendo escuchándole, «qué tipo más divertido». Encima Caneda habla con su cantarín acento gallego que tanto les pone en Madrid. Pero, al oír sus intervenciones, a raíz del gol de Ronaldo, me queda una sospecha tremenda de que básicamente se ríen de él, que es una manera de reírse una vez más de nosotros, los gallegos. El ¡vaya retranca que tiene usted!, con que lo definen, lo traduzco yo de forma simultánea por un «menudas barbaridades que suelta este ex directivo del fútbol». Lo usan como un cómic gallego del peor Jesús Gil y Gil, con el que tuvo aquella trifulca a las puertas de la Liga de Fútbol Profesional hace ya tiempo.
«Solo veo el Madrid y películas pornográficas», suelta, divertido y azuzado por los periodistas, José María Caneda. El solo veo películas pornográficas me parece lamentable para jaleárselo. Caneda se convierte ahí en otro señoro que ejerce de un machismo que, por desgracia, no es del siglo pasado, cuando provoca tantas carcajadas. En lo que acierta Caneda, sin querer, es en unir el porno con el Madrid, si atendemos a algunos arbitrajes que reciben los blancos.
Dice Caneda que «tiene doce hermanos y que solo vive él, que los demás trabajan». Añade con desparpajo grotesco que dedica su tiempo «a seguir haciendo trampas». Y sigue subido a su trono de estropicio verbal: «El otro día me preguntaron de qué vivía y respondí: de casualidad». Menos mal que se conoce a sí mismo y que, cuando habla de su edad, escupe que «tengo 18 de edad mental, 14 de sentido y los 74 me los pusieron en la cartilla».
Subido a su bólido verbal, tan veloz como era Ronaldo, el auténtico, Caneda proporcionó en su tiempo una colección de leyendas sobre sus presuntos juegos malabares de palabras.
En la bella ciudad del navío de piedra circulaba la teoría de que aquellas frases que podría haber firmado Cantinflas eran de la autoría del mítico Diego Bernal, periodista y hermano del no menos mítico Farruco. Algunas de aquellas expresiones dieron la vuelta a España.
Entre las más celebradas están las de «esto no es pataca miuda (menuda)», «nos encontramos entre la espalda y la pared» y «vamos de caspa caída». Muy similares a aquella expresión que hizo famosa Manquiña en la película Airbag confundiendo la carretera de circunvalación con una carretera de circuncisión, que no es lo mismo. La pena que queda de estas actuaciones de Caneda es que parece más bien que lo utilizan, que se sirven de él, como un Xan das Bolas futbolístico.
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