Lo que mejor y peor puede definir a este hombre con gesto y coloretes de obseso verbal es que es diputado de Vox. En palabras no pronunciadas por Santiago Abascal, se trata de un buen chico. Eso es lo que viene a decir el tuit que colgó el líder de Vox después de que el buen chico llamara «bruja» a otra diputada: «Habelas haylas». O sea, lo dejamos en buen chico. Este buen chico, podemos imaginar cómo Abascal acaricia su cabello tras la hazaña verbal, cobra del erario público por llamar «bruja» a una diputada y «chillona gallega» a otra; más tarea parlamentaria no se le conoce. No hace falta decir que «bruja» y «chillona gallega» es argumentario machista usado por quien carece de argumentos. Acaso este buen chico necesita llamar la atención para compensar lo desapercibido que pasa su nombre: José María Sánchez García. Casi no parece diputado de Vox. Resulta que el señor Sánchez García, buen chico, es juez en excedencia. A lo mejor es preferible que siga siendo diputado.