Desde el Grupo Municipal Socialista queremos mostrar nuestro total rechazo y desacuerdo ante la decisión del bipartito de poner fin al modelo de fiestas del que todas y todos los ovetenses nos sentíamos copartícipes. Hace 38 años se inició un camino que convirtió San Mateo accesible a todos los públicos, independientemente de la edad, estatus, ideología y creencia. Su carácter abierto, plural y participativo consiguió que nadie en Oviedo/Uviéu se sintiera excluido como ocurría antes de 1983, porque nuestras fiestas no son ni deben ser patrimonio exclusivo de nadie.
La derecha ovetense alega falsamente que nuestros festejos estaban privatizados en manos de unas asociaciones afines a los partidos de la izquierda. Con este argumento han querido justificar su decisión de poner punto y final al carácter popular de San mateo. En primer lugar, resulta chocante que digan eso porque durante 24 años el PP gobernó y los chiringuitos siguieron. Además, saben perfectamente que no hay ningún partido político detrás y que los diez históricos que permanecen aún activos han cumplido con todas sus obligaciones fiscales y sanitarias para continuar año tras año instalándose donde les correspondían.
En el pasado mandato con Wenceslao López como alcalde se elaboró, además, unas bases muy claras (con el amparo de los técnicos municipales) que cerraban cualquier duda jurídica en cuanto a si debían optar o no a un concurso, inspirándose en una sentencia (de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo de 24 de Febrero de 2015 [rec. 467/2013] sobre la Feria de Abril de Sevilla) en la que sienta jurisdicción sobre el concepto de «titularidad tradicional». Por tanto, hay diez asociaciones vecinales, culturales, sociales y deportivas que tienen esos derechos reconocidos.
Es una pena que la concejala de Festejos no se haya enterado aún de esto y además muestre sin descaro su ignorancia acusando a esas entidades de haber privatizado nuestras fiestas. Hablemos claro: el Partido Popular y Ciudadanos sí que privatizan las fiestas. Ya no solamente porque todos los conciertos los han trasladado al Auditorio para que sean de pago, sino porque el pasar de tener chiringuitos a casetas lo que realmente significa es que ambos partidos actúan por puro sectarismo. El señor Canteli pretende acabar con la participación ciudadana, con la tradición, con la singularidad y con la originalidad con la que San Mateo ha funcionado desde hace casi cuatro décadas.
Nadie se opone a mejoras ni a reformas que se tengan que introducir, pero el bipartito lo que va a hacer es eliminar un modelo con el que todo el mundo ganaba. Ahora no será así, porque ni tan siquiera las entidades sin ánimo de lucro y la hostelería competirán por una caseta en igualdad de condiciones. El argumento que utiliza el señor Canteli de que la hostelería lo está pasando muy mal es cierto, y por supuesto que sustenta mucho empleo y es un sector elemental al que apoyar, pero las y los socialistas de Oviedo/Uviéu discrepamos que tengan que copar la práctica totalidad del espacio que se concederá en nuestras calles el próximo San Mateo. Tampoco nos gusta que tengan que ser todas las casetas de igualdad estética y prácticamente del mismo tamaño ni que no se haya restringido a la hostelería de Oviedo/Uviéu la posibilidad de presentarse al concurso.
Tanto el PP como Ciudadanos mienten cuando hablan de que están cumpliendo con sus programas electorales de 2019 y su posterior acuerdo de gobierno. La pregunta es obvia: ¿Con quién han consensuado un nuevo modelo tal y como decían esos textos? Los únicos que se han manifestado a favor tiene nombre propio: Otea. Nadie más. Todo parece indicar que el señor Canteli ha obedecido al señor Almeida. El 11 de julio de 2019, tras una reunión poco después de la investidura en la que salió elegido Alcalde, el presidente de Otea le exigió que las fiestas de San Mateo fueran para los hosteleros. Bueno, yo diría más concretamente para un grupo reducido, porque por supuesto la amplia mayoría de la hostelería no está integrada en esa patronal y ni tan siquiera coincide con sus planteamientos, aunque a veces y debido a su fuerza mediática nos parezca que tienen algún tipo de importancia. Lo que realmente ocurre es que el amiguismo está en la base de lo que el señor Canteli quiere que sea San Mateo. Las y los socialistas no queremos un «San Motea». Queremos vivir, sentir y disfrutar las fiestas de San Mateo como nos gusta a todas y todos los ovetenses.
Las y los dirigentes del PP y de Ciudadanos se equivocan al pretender eliminar una tradición aceptada y valorada por toda la ciudadanía ovetense y en la que todas y todos cabíamos y nos respetábamos. Lamentablemente, hemos leído y escuchado palabras totalmente irresponsables e injustas por parte del bipartito contra las entidades que regentan los diez chiringuitos históricos, desprestigiando su labor y minusvalorando su función cuando sin su presencia las fiestas de San Mateo no serían las mismas. Las y los socialistas queremos mostrar todo nuestro apoyo y les agradecemos todo el trabajo realizado para entretener y divertir tanto a quienes vivimos en el municipio como a quienes nos visitan. Por más que lo intentamos no pudimos convencer a la derecha de que dieran marcha atrás. Agotado el trámite político, no todo está perdido y seguramente tendremos que esperar a que la justicia dictamine la legalidad de este nuevo planteamiento y modelo, pero por nuestra parte seguiremos defendiendo que las fiestas de San Mateo son patrimonio de toda la ciudadanía ovetense. No a «San Motea», sí a San Mateo.
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