Pablo Casado y la democracia

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

PACO RODRÍGUEZ

19 jul 2021 . Actualizado a las 09:07 h.

Pablo Casado tiene una complicada relación con el concepto de democracia. Hace unos días dijo en el Congreso que la Guerra Civil fue «un enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley (la República surgida de las urnas) y quienes querían la ley sin democracia (los golpistas)». Según este trabalenguas, estos últimos habrían pretendido restaurar la ley, Le faltó explicar en qué consistía la ley del franquismo. En primer lugar, en una inversión de la responsabilidad penal, ya que condenaban y fusilaban por rebelión precisamente a los que permanecieron fieles a la legalidad. Luego, durante cuarenta años, su ley supuso la brutal represión de cualquier libertad. Pero para completar lo que Casado entiende por democracia hay que acudir a otras recientes declaraciones suyas: los españoles «no podemos decidir libremente a qué partido votar en base a un programa electoral, que se incumple», en referencia a las elecciones que ganó Sánchez en noviembre del 2019. Recapitulemos: en la República no había ley, en el franquismo sí y en la actual democracia no hubo elecciones libres. Al menos tiene algo claro tras su carrera exprés de Derecho y el máster regalado: Cuba es una dictadura. En efecto, lo es ahora y cuando Fraga y Aznar visitaban al tirano Castro. Ayer se cumplieron 85 años del golpe de Estado que dio paso a la Guerra Civil, como Feijoo tuvo que recordar a Casado. Una buena ocasión para, además de condenar al régimen cubano, hacer lo mismo, sin paliativos ni equidistancias, con el franquista. No como el alcalde Almeida, que utilizó hace unos días el mismo truco que su jefe: «El franquismo no era una democracia, ahora bien, lo que es verdad es que había cierto ordenamiento jurídico». Sí, el de los cementerios.