Hubo más expectación en saber si los futbolistas iban a hincar la rodilla en el césped, por lo del Blacks Lives Matter, cuando sonase el himno español que en lo sucedido dentro del campo. Que salvo acciones sueltas y el arreón del manso que dio la Selección al final, fue un rondo enorme y eterno como los que se juegan en los patios de colegio; esos rondos donde los que están dentro lo estarán ya de por vida. España-Suecia, debut de España en el torneo e imposible no recordar al gran Alfredo Landa.
No entiendo el porqué de tanto jaleo con que los jugadores se arrodillen o se dejen de arrodillar, allá ellos, yo lo único que les pido es ver algo de fútbol decente: ni más ni menos. Y sino ganar, que es siempre divertido y no importa nada como jueguen. Esta Eurocopa es la primera en la que las estrellas son más jóvenes que yo, esto pone años encima y canas. Con la mayoría de edad recién cumplida lo normal es estar arrasando playas y discotecas, y no como Pedri en la fase final de la Eurocopa.
El equipo funciona bien, pero arriba tenemos a Morata que es como no tener a nadie, y sin un goleador no se gana nada. Mi abuela ve más puerta que Morata, dónde van a parar. Pero qué le vamos a pedir a un tipo que pidió matrimonio a su mujer en una actuación del Mago Pop, no sé cómo Luis Enrique no ve que no vale. A Morata lo cambiaron en la segunda y los silbidos se extendieron por La Cartuja.
Casi nos la lía Isak, el de La Real, que se mueve como una anguila, retorciéndose, amagando, arrancando en zancada, buscando el más mínimo resquicio y ahí arma el disparo. Cuando fue sustituido respiramos mejor y más tranquilos, que éste es de los que la lía. Suecia se conformaba con el empate, aparcó el autobús en su portería y lo más que hicieron fue tratar de aprovechar alguna contra.
Cuando el público del estadio estaba decidiendo dónde iba a cenar y a tomar la copa por Sevilla y en los bares se pagaban las consumiciones, España tuvo dos muy claras: una en la cabeza de Gerard Moreno a un centro, de esos que muerden, de Sarabia y el propio Sarabia después de una buenísima jugada entre Jordi Alba y Pedri. Gerard Moreno es el más rápido a este lado de los Pirineos, y lo demuestra cada vez que tiene ocasión: busca el tiro, hace movimientos y decide en milésimas. A él vamos a tener que encomendarnos si queremos gol.
Dominio y poco gol, no fuimos capaces a estrenar el marcador, y en este deporte gana el que marca más goles. España sigue adoleciendo de los mismos males que nos llevaron pronto para casa en el pasado Mundial. Mucho ruido y cero goles