Por qué CCOO de Asturias celebra su 13 congreso en el marco del 12 Congreso confederal no es un mero 12+1, contiene un reflejo de la vitalidad e importancia del movimiento sindical asturiano y en especial en el final de la dictadura donde Asturias marcaba el camino. La cuestión es por qué CCOO de Asturias va por un congreso más que el confederal y el resto de territorios del estado.
Ese primer congreso en 1977 contó con la peculiaridad de que, ante la falta de una propuesta previa confederal, hubo que improvisar unos estatutos y en ellos se planteó el término Unión Sindical. La propuesta de la estructura organizativa se encargó a Francisco Prado Alberdi, a partir de su conocimiento de la de otros sindicatos europeos; de ahí la denominación Unión Sindical. Esa estructura se aprobó en una reunión de la Coordinara Regional, que se reunió en la Casa de Ejercicios del Bibio en Gijón, lugar habitual de reuniones clandestinas en aquellos años del final de la dictadura en Asturias y reflejo de la importancia del apoyo de parte de la Iglesia a la lucha por las libertades y contra el régimen.
También resaltar que la coordinadora regional de Comisiones Obreras en Asturias había hecho público a sus miembros ya en 1976, como una forma de confrontación contra la ilegalidad sindical aún existente.
El surgimiento de las Comisiones Obreras en Asturias viene marcado por la propia historia del movimiento obrero asturiano. La Comisión Obrera de la mina La Camocha en 1957, sin ser la primera en España, fue usada como referencia de todo un movimiento de lucha. De las huelgas de 1957 en varios pozos y después en 1958 se dará paso a la gran huelga de la primavera de 1962, la del 63 y siguientes. En una espiral de acción y represión que tendrá su momento álgido en Asturias, en la manifestación y toma de la comisaría de Mieres el 12 de marzo de 1965. El desarrollo de las Comisiones Obreras. La Comisión Provincial de Jubilados y Pensionistas en 1965, la constitución de la Comisión Provincial de Mineros de 1966 y la coordinadora local de Gijón ese mismo año. De unos primeros años de alegalidad y represión, a la ilegalización en 1967 y persecución absoluta que llegaría a su punto álgido en 1972/73 en el Proceso 1001, con el asturiano Juan Muñiz Zapico entre los detenidos. Las jornadas de lucha de febrero de 1975 en Asturias y la participación en la asamblea de Barcelona en 1976 fueron parte de la historia de la evolución de un movimiento, a la constitución de un sindicato, de nuevo tipo y con un marcado carácter sociopolítico, pero organización sindical a fin de cuentas, frente a los que planteaban seguir siendo meramente un movimiento.
Hay que recordar que 1976 había sido un año de fuerte conflictividad laboral y social con un papel fundamental de las Comisiones Obreras ya que tras la muerte de Franco en noviembre de 1975 los sectores continuistas del régimen se resistían a una verdadera democratización.
1977 empezaría en Asturias con la muerte en accidente de Juan Muñiz Zapico y también con la matanza de Atocha, unos hitos que marcarán por siempre a CCOO. Aquel primer congreso de CCOO de Asturias se celebró los días 24 y 25 de abril de 1977. Eligiendo a Gerardo Iglesias como Secretario General, a los pocos días se intentará celebrar un primer 1 de mayo ya en legalidad. Mientras la celebración de la UGT en Asturias sería permitida, la conjunta de CCOO y USO sería disuelta a golpes por la fuerza pública. La legalización estatal de las Comisiones Obreras no había cambiado la actitud anti CCOO de un régimen en transición que tenía pavor a que este fuese un sindicato que pudiese englobar a la totalidad del movimiento obrero. Incluso hay que resaltar que se legalizó antes al PCE que a CCOO.
La documentación histórica de CCOO en Asturias está a disposición y consulta en el Archivo Histórico de Asturias como memoria de la importancia del movimiento obrero en Asturias. 44 años después y 13 congresos ya, las Comisiones Obreras de Asturias siguen siendo la principal fuerza sindical del movimiento obrero asturiano en su lucha por la defensa y conquista de los derechos laborales y sociales.
Benjamín Gutiérrez Huerta - Director de la Fundación Juan Muñiz Zapico