El líder del PP no habla del PP

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

Reduan Dris

07 jun 2021 . Actualizado a las 08:43 h.

Es lógico que Casado no quiera hablar de corrupción. No le conviene. En una sola semana: Cospedal, investigada por cohecho, malversación y tráfico de influencias por el espionaje de Bárcenas; Rato, apertura de juicio por fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción; Zaplana (recuperado milagrosamente de su enfermedad «terminal»), intervenidos nueve millones de euros en comisiones; Cascos, imputado por apropiación indebida. Dos exvicepresidentes del Gobierno, una ex secretaria general (y exministra) y otro exministro, rumbo al banquillo. Cuatro «casos aislados» más. Tres le quedan lejos a Casado, pertenecen a la era de Aznar, su mentor. Lo de Cospedal («mi jefa, mi amiga y una referencia política indiscutible», decía en el 2018) le hace mucho más daño porque sus votos fueron decisivos para liderar el PP, tras perder las primarias con Sáenz de Santamaría, que también ha sido relacionada, al igual que Rajoy, con el espionaje al extesorero. Ante este panorama, Casado se ha quedado mudo, amparado incluso en su última rueda de prensa por hooligans que abucheaban e insultaban a los periodistas por preguntarle sobre el tema tabú. Solo habla de los indultos, a rebufo de Vox en la reedición de Colón, y de lo fatal que lo hace Sánchez. Incluso el día en que se cumplía el objetivo de vacunar a 10 millones de personas, decía que el presidente «es incapaz de coordinar una estrategia seria de vacunación». Por mucho que se quiera tapar, la corrupción endémica del partido asoma periódicamente, el horizonte judicial va a durar años. Pero, claro, el viejo PP no tiene nada que ver con el nuevo PP. Cospedal ya no es referencia, sino lastre, «esa persona de la que usted me habla», en términos marianos. Y el presidente del PP no tiene por qué hablar del PP.