Cuando los dirigentes se pelean por el reparto de vacunas, aunque luego no saben qué hacer con ellas, y los ciudadanos se dividen entre predispuestos e indispuestos, a la hora de ponérselas, hay expertos que aconsejan citar a todos de modo nominal, no solo por edades o sectores, colocándoles en la tesitura de decidir si acudir o no a vacunarse. Al margen del voluntarismo, está demostrado que la cita formal, con nombre, lugar, día y hora, incentiva la participación en cualquier campaña. Pudiera parecer una ocurrencia, pero la medida se basa en una metodología para influir en el comportamiento, apoyada en la llamada nudge theory, algo así como teoría del empujoncito, que ya cuenta con departamentos específicos en distintos organismos internacionales, aunque apenas ha tenido lugar en España. La teoría se aplica sobre todo a los hábitos de consumo, para influir, por ejemplo, en las decisiones de compra de productos más saludables, sin prohibir la comida basura. El empujoncito, que ha de ser imperceptible y positivo, es parte de una estrategia simple, como la del tendero concienciado que coloca las naranjas a la entrada y los dónut al final del pasillo, dejando que los automatismos hagan el resto.
Esta teoría tanto vale en economía como en sanidad. Ahora mismo la fatiga de la pandemia, la tercera ola y la lentitud del proceso de vacunación generan un pesimismo abrumador que pesa en la toma de decisiones de los ciudadanos. En circunstancias de presión emocional no debe darse por hecho que todos deciden de modo racional; muchos, consciente o inconscientemente, toman decisiones irracionales, que incluso pueden perjudicar a su propia salud. No vacunarse es una de ellas. En la parte del cerebro especializada en la toma de decisiones, ante circunstancias complejas, de angustia individual, familiar o social, se impone el automatismo a la reflexión. Un empujoncito puede ayudar a que ese automatismo vaya en la dirección correcta. En vista de que las recomendaciones preventivas (lavado de manos, mascarillas, ventilación de edificios, distanciamiento, restricción en locales de hostelería...) han sido insuficientes, tal vez convenga un empujoncito para vacunarse.
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