Kalergi, reemplazos y Eurabia

OPINIÓN

Mañana domingo se cumplen 80 años de la invasión de Polonia, ordenada por Hitler, y que supuso el comienzo de la II Guerra Mundial
Mañana domingo se cumplen 80 años de la invasión de Polonia, ordenada por Hitler, y que supuso el comienzo de la II Guerra Mundial NATIONAL DIGITAL ARCHIVE POLAND

31 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Existen formas más o menos sutiles de manipular. Una de ellas, muy popular, consiste en situar en un mismo debate a quien sostiene que la llegada a la Luna nunca tuvo lugar y es todo una conspiración y un montaje frente a quien sostiene lo contrario. Uno tiene elucubraciones sin sentido y sospechas alimentadas en internet y el otro puede presentar evidencias que sostienen sus afirmaciones. Situar a los dos en el mismo plano moderando el debate con una falsa imparcialidad es manipular. Sosteniendo las mentiras se esconde esa irritante costumbre de pretender que todas las ideas son respetables y tienen algún valor, algo que cualquier persona que sepa leer y escribir debería saber que no es cierto.

Esto es lo que sucedió en la emisión del programa de Iker Jiménez el domingo pasado en Cuatro. Para hablar de la crisis migratoria en Canarias, el periodista situó en la misma mesa al psiquiatra José Miguel Gaona, al ínclito sociólogo Enrique de Vicente y a Lucila Rodríguez-Alarcón, directora de Por Causa, que se vio en la difícil tesitura de tener que señalar el amarillismo apocalíptico y desvergonzado de Enrique de Vicente. 

En el mismo plano en el que se debatió, con poco lustre, todo hay que decirlo, el problema de nuestras costas, se situó lo que según Enrique de Vicente son datos: el plan Kalergi, Eurabia y la teoría del Gran Reemplazo, con su aliño de George Soros, que no puede faltar en ninguna fiesta de estas características. El problema con esto es el que mencioné más arriba: se situaron en el mismo plano opiniones más o menos acertadas, más o menos decentes, junto a teorías de la conspiración de extrema derecha. 

El plan Kalergi no existe. Es una teoría de la conspiración perpetrada por el neonazi austríaco Gerd Honsik, según la cual hay una conspiración para suplantar a la raza blanca que de alguna manera planeó el político austríaco Richard Coudenhove-Kalergi, fundador del movimiento paneuropeo allá por los años veinte del siglo pasado, con razas pretendidamente inferiores de inmigrantes que acabarían con nuestra cultura y nuestra raza por medio del mestizaje. Honsik tiene algunos escritos muy bonitos que Enrique de Vicente olvidó reseñar, como ¿Absolución para Hitler?, libro por el que tuvo que huír a España, donde fue detenido en 2007 para ser condenado en su país a cinco años de prisión por la minucia de andar por ahí negando el Holocausto. Otro dato que se dejó en el tintero el olvidadizo Enrique de Vicente es que Honsik era hijo de la mujer de Amon Goeth, oficial de las SS y comandante del campo de concentración de Plaszow, en Polonia, condenado y ejecutado por crímenes de guerra y homicidio de un número indeterminado de personas. 

La segunda teoría que expuso de Vicente fue Eurabia. El sociólogo no dudó en señalar que no es una teoría racista al ser el fruto del pensamiento de una mujer judía, Giselle Littman. Es una teoría descabellada y desacreditada desde su inicio según la cual hay una conspiración en marcha para, otra vez, suplantar la población blanca y cristiana por medio de la inmigración musulmana, pero esta vez nada menos que comandada por Francia, que busca contrarrestar el poder de Estados Unidos en el planeta. Puro pensamiento mágico sin prueba alguna que lo sustente, pero que sirvió como base ideológica para el terrorista nazi Anders Breivik, autor de 77 asesinatos en la célebre matanza de Utoya. Breivik menciona varias veces el asunto Eurabia en el delirante manifiesto de 1500 páginas que publicó horas antes de perpetrar los atentados. 

La teoría de Giselle Littman junto a la novela apocalíptica publicada en 1973 Le camp des Saints escrita por Jean Raspaill dieron forma a la teoría del Gran Reemplazo que es la tercera que esgrime Enrique de Vicente en su delirante intervención. El escritor Renaud Camus publicó en 2012 El Gran Reemplazo, no muy diferente de las otras teorías mencionadas, y desde entonces se ha convertido en una de las favoritas de todo neonazi que se precie, hasta el punto de que el manifiesto publicado por Brenton Harrison Tarrant, el asesino de Christchurch en Nueva Zelanda, publicó un manifiesto de 74 páginas con ese mismo título antes de asesinar a cincuenta y una personas y herir a otras cuarenta y nueve.

Dejar caer cualquiera de estos delirios como si fueran algo normal y omitiendo convenientemente sus orígenes y cómo han adquirido popularidad en internet en el siglo XXI, es manipular. Las teorías de la conspiración no son inocuas, nunca lo fueron. Están en el origen de muchas de las atrocidades cometidas en el siglo pasado, entre ellas, el ascenso al poder de Adolf Hitler y el Holocausto. Exponerlas sin señalar todo lo que he señalado solo tiene dos explicaciones: o Enrique de Vicente no sabe de lo que habla, o lo sabe y no le importa. Aunque la segunda opción me parece más escalofriante, lo cierto es que cualquiera de las dos puede tener consecuencias funestas, como queda demostrado en estas líneas. 

La pretendida imparcialidad de Iker Jiménez no cuela, lo siento. Sabe perfectamente de qué va a hablar su invitado, y escudarse en que son teorías que andan por ahí no es una excusa muy convincente. Por ahí andan muchas tonterías y es necesario refutarlas. No hacerlo es tomar posiciones. Hubo un momento en el que no pude evitar reírme durante el programa: Enrique de Vicente no dudó en señalar que algunos inmigrantes magrebíes que han sido alojados en hoteles, por la noche se van de juerga, los sinvergüenzas. Curiosa invasión, curioso plan. Trágicas consecuencias.