Lo cuenta tan bien Muhammad Ali en la entrevista que dio a la BBC en 1971 que lo recomendable es que vuelvan a escuchar sus palabras, si no lo han hecho ya gracias al vídeo que estos días ha corrido como la pólvora. Hace casi cincuenta años, Muhammad Ali resumía, con ese sentido del humor tan característico de él, cómo desde niño tuvo que entrenarse en el ring del racismo. «Siempre quise saber por qué Tarzán era el rey de la jungla en África y era blanco. Un hombre blanco con un pañal en África aullando: ‘¡Ah, ah, ah, ah!’. ¿Vieron Tarzán? Pelea con los africanos, y rompe mandíbulas a los leones. Además, Tarzán habla con los animales, y los africanos que han estado allí durante siglos no pueden hablar con los animales. Solo puede Tarzán». «Veía que Miss América, Miss Mundo y Miss Universo eran siempre chicas blancas». «Y de niño, cuando llegaba la Navidad y esperaba los regalos, me los traía Santa Claus, que era blanco, tenía la barba blanca y el pelo blanco» «y hasta el presidente de nuestro país vivía en el mejor sitio, ¡la Casa Blanca!»; «leía de pequeño aquellos cuentos, en que los cisnes eran blancos, maravillosamente blancos, y en cambio ¿cómo era el patito feo? ¡Negro! y siempre me espantaron diciendo «¡que los gatos negros da mala suerte!». Yo le decía a mi madre: «Mamá, ¿por qué es todo blanco?». «Así es como me di cuenta de que algo iba mal».
Comentarios