Desescalada, paro y subida de precios

Maite Cancelo EN LÍNEA

OPINIÓN

María Pedreda

04 may 2020 . Actualizado a las 09:02 h.

Estamos usando el término «desescalada», palabra no recogida en la RAE, para referirnos no a lo que su nombre podría sugerir, sino a una programación de salida de un confinamiento social y económico, que será gradual y con elevados costes. No todos los sectores están en las mismas condiciones, ni todos sufrirán por igual los efectos de esta histórica crisis, la programación avanzada por el Gobierno ya apunta los problemas que autónomos y pequeños empresarios tendrán, para mantener abiertos sus negocios, por un largo tiempo.

Porque, desplegar las terrazas de los bares en la fase 1 -y da igual el porcentaje de aforo- implicará que, a un gran número de establecimientos, no les compense abrir las puertas ya que supondría atender a un número muy reducido de mesas.

Si hablamos de las peluquerías, estas podrían abrir (aún con esfuerzo), parece que atendiendo solo a una clienta a la vez. Posiblemente el pequeño comercio esté en la misma situación. Menos clientes, menos plantilla, lo que también ocurrirá en otros sectores.

Si nos vamos a las siguientes fases va aumentando el aforo pero los empresarios no podrán mantener el nivel de empleo anterior. Y esto se producirá con carácter general en la mayoría de los establecimientos del sector servicios (bares, restaurantes, hostelería, peluquerías, etcétera) porque en la fase 3 sigue habiendo importantes limitaciones, por lo que, con un aumento de costes (sumen a los actuales, todos los necesarios para limpieza, desinfección, protección de empleados) será imposible mantener todos los puestos de trabajo. Hay que tener en cuenta que ofertar la mitad de mesas implica que los gastos variables de abrir son más que proporcionales a la disminución de la clientela, por lo que no abrirán o, si lo hacen, será con un aumento de los precios.

Lo peor de toda esta situación es que el nivel de ocupación no se mantendrá después de la cuarta fase. La situación de normalidad de la que habla el Gobierno difiere mucho de la realidad a la que tendrán que enfrentarse todos los negocios. Y si se mantiene la previsión de los ERTE por 3 meses -y es lo que en estos momentos está legislado-, los pequeños empresarios no podrán sostener el compromiso de la reincorporación de todos los trabajadores y muchos se verán abocados al cierre de sus negocios.

Aunque es difícil compaginar el riesgo salud y el riesgo económico, necesitamos ir recuperando la actividad económica, con sensatez, medidas de protección y seguridad jurídica. También se echa de menos un mayor debate previo a la publicación de las medidas.