El feminismo siempre tiene que estar alerta. Nuestra lucha debe de ser diaria, sobre todo ahora en plena crisis sanitaria (Covid-19) es vital. Nos ha pillado el huracán por sorpresa. Aunque lo que menos nos ha sorprendido a las feministas, ha sido la ignorancia a la que nos someten. Era de prever, justo en este momento en el que todo el mundo se centra en sobrevivir a esta pandemia, que el feminismo pasaría a mejor vida. Así de incomprensible es el ser humano, que lo mismo entregamos la escasa humanidad que nos queda, para luchar por la supervivencia de nuestra especie de forma solidaria, que al mismo tiempo hacemos oídos sordos a todas las voces que reclaman justicia social para la otra mitad. Las mujeres, como en todas las crisis, guerras y pandemias, somos las mas perjudicadas, victimas del Covid-19 y del machismo, para las que el patriarcado no quiere encontrar vacuna.
Las redes sociales son un hervidero de noticias falsas y bulos que nos encadenan al miedo y a la ignorancia. La sociedad ha olvidado que la violencia se practica a plena luz del día y dentro del hogar. Ahora que estamos en aislamiento, las casas se han convertido en auténticas ratoneras para muchas mujeres. Este confinamiento será la tumba para muchas que no se atreven a denunciar, que entienden que la sociedad anda más preocupada en exterminar este nuevo virus, que en salvarlas de una muerte anunciada. Ahora más que nunca debemos volcarnos y proteger a todas las mujeres que puedan estar sufriendo cualquier tipo de violencia.
Sobrevivir se ha convertido en nuestro único objetivo. Las mujeres llevamos este instinto en el ADN, por eso esta pandemia nos trae reminiscencias de historias pasadas. Nosotras sí estamos entrenadas en esto de salvarnos.