Llevamos 20 años oyendo esta canción en la prensa.
Sale de la política, del empresariado. Se oye en Asturias, en Cantabria, en todos los sitios. Cualquier día habrá alguien que pedirá que el AVE llegue a Taramundi, ¿por qué no?
¿Pero qué es el AVE y para qué sirve? Porque parece una especie de fórmula mágica que divide entre lugares idílicos y lugares olvidados de la globalización. Como si solo el conjuro de evocar la palabra nos trajera el pleno empleo, la explosión demográfica y la eterna juventud.
EL AVE es una denominación comercial de un tipo de tren. Significa Alta Velocidad Española. Es decir, es un tren de alta velocidad, pero uno de los posibles. El Alvia también se considera Alta Velocidad. Al final, más allá de los nombres, lo que define la alta velocidad son los kilómetros por hora que hace en un recorrido.
Como ciudadanía, y la política y el empresariado y la prensa, debemos pedir un servicio de tren, no definir qué infraestructura es necesaria para ese servicio.
Por tanto, lo primero que tenemos que preguntarnos es qué servicio de tren de larga distancia queremos.
Nos interesa que haya tren a Madrid, pero también a Barcelona y a Galicia y a Bilbao. Las vías existen, solo se trata de dar servicios a precios razonables, con un tiempo de trayecto razonable y una frecuencia razonable. Tanto a Madrid como al resto de destinos.
Me sorprende que tanta gente caiga en el infantilismo facilón de pedir el AVE a Gijón, como si fuera un juguete, como si no costara dinero, ni tuviera impacto. Y además gente con capacidad para tener información y para hacer una evaluación seria de las necesidades y de los costes.
Partimos del hecho que los túneles de la variante ya están construidos y que actualmente el trayecto Gijón - Madrid dura en el Alvia menos de 5 horas con un coste de menos de 30 euros. El problema es que solo hay cuatro trenes Alvia al día. Cuando los túneles se pongan por fin en marcha y los problemas que hay en León se solucionen, el trayecto estará en el entorno de las tres horas. No sabemos aún el precio.
El trayecto idéntico en coche particular, cumpliendo las normas, estará del orden de las cuatro horas y media y un coste a 19 céntimos el kilómetro de más de 100 euros incluyendo los peajes. En el avión los costes se disparan y se tenemos en cuenta 45 minutos de traslado al aeropuerto en Asturias y otro tanto en Madrid, más tiempos de espera, el tiempo es de unas dos horas y media, incluso tres si las cosas se tuercen un poco. Incluso con el Alvia actual el tren debería ser competitivo. ¿Por qué no lo es? Fundamentalmente por las frecuencias. De poco me sirve ganar diez minutos en el trayecto, si tengo que esperar dos o tres horas en la estación a que salga el próximo tren.
También por una cuestión cultural. Como se habla tanto del AVE, de las dificultades del tren y realmente no hay una campaña de publicidad agresiva del tren, que incluso tiene una web que genera muchísimas quejas, la gente sigue prefiriendo otras formas de transporte y sintiendo que es necesario mejorar el tren. Pero la mejora del tren ya está hecha, son los túneles de la variante y ya están hechos, lo que hay que hacer es ponerlos en marcha. No necesitamos el AVE, necesitamos un Alvia mejor. ¿De verdad es importante que el viaje a Madrid baje de las tres horas? ¿Por qué no va a ser suficiente con la puesta en marcha de los túneles de la variante? ¿No sería mucho mejor que hubiera un tren cada hora desde las seis de la mañana a las 11 de la noche?. Necesitamos frecuencias y precios bajos. Y facilidad en el acceso a la información, a los billetes y a las estaciones, por ejemplo, a la de Gijón. Es mucho más importante que discutir entre que el trayecto dure dos horas y 50 minutos o tres horas.
Se trata de cuidar los intereses de la ciudadanía no de las constructoras.
Además, por qué tenemos que priorizar toda la inversión en el trayecto Gijón - Madrid. ¿Cómo es posible que nadie se plantee ir a Galicia en tren? ¿Cómo es posible que existiendo una línea de tren a Bilbao que pasa por Santander, no se aproveche esa línea para fomentar el intercambio económico y para hacer del tren la principal forma de comunicarse entre las tres comunidades? ¿Cómo es posible que no se busque el tren como forma de fomentar el turismo en toda la cornisa, teniendo trayectos razonables en tiempo desde Bilbao hasta el Ferrol?
¿Y qué decir de la comunicación con Barcelona? Todo el día quejándonos del aeropuerto, ¿por qué no reclamamos que se pueda ir en un tiempo razonable a Barcelona en tren? Actualmente pagas 120 euros, tardas diez horas y tienes un único tren que sale por la mañana, salvo que estés dispuesto a salir a las ocho de la mañana y tardar más de 11 horas, en cuyo cayo caso te sale un poco más barato.
Hay menos de 900 km desde Gijón a Barcelona. Con una velocidad media de 150 km/h estaría el trayecto en seis horas. Pongamos que fueran siete horas de trayecto. Sería mucho mejor que el coche y el autobús, y podría competir con un precio inferior a 100 euros con el avión para un buen número de usuarios.
Por supuesto que la línea a Madrid es prioritaria, pero no puede ni debe ser la única que se lleve nuestra atención. Asturias debe mirar al este y al oeste, a las comunidades vecinas y a Francia y a Portugal. En un mundo globalizado y multipolar, subordinar todo nuestro futuro a la comunicación radial con Madrid es un error. Ganar diez minutos a Madrid no puede ser más importante que ganar tres horas a Barcelona.
El dinero público es escaso y muy necesario. Asumamos la realidad y pidamos cosas necesarias y factibles. Los sueños faraónicos sirven para cortar cintas de inauguración, pero no sirven a nuestro futuro.
ADIF lo ha dicho por primera vez con claridad y sinceridad. El emperador está desnudo. No es razonable meter más de 600 millones de euros en el trayecto Pola de Lena ? Gijón con el enorme coste ambiental y los años que eso llevará. Todo por diez minutos en un trayecto concreto.
Ya hay bastantes muselones y tunelones sin usar. Que no haya otro más, por favor. Señor Barbón, señor Cofiño, ustedes lo saben mejor que yo y tan bien como Adif. Lideren la toma de posición realista para algo que necesitamos tanto como es un buen servicio de ferrocarril.