Las redes incendiadas, los reenvíos saturados. Los dimes y diretes en boca de todos y la vulgaridad campea a su paso. Así de sencillo y breve podrías resumir este evento sucedido en Cataluña en el que el Presidente del Gobierno español tuvo la «deferencia» de mantener en su «terreno» un combate a tres.
Los protocolos cumplidos, salvo… Siempre en toda interpretación magistral siempre tiene que destacar la nota discordante. Y, es que el «mandamás» de Moncloa D. Iván Redondo se pasó no sé cuanto de rosca pero su «reverencia crucis» fue tan estentórea que inmediatamente las redes se llenaron de ironía y el «personal» embobado se olvidó de lo mollar del evento y se divirtió haciendo una virtual excursión por los Cerros de Úbeda.
Aquí todo giraba en torno una acción positiva por parte del resto de España por poner freno a irracionalidad y dejar bien en claro que la Unidad de España es intangible, que con la constitución no se juega, con que la Ley, por encima de todo, hay que cumplirla. Pero este gurú antes del PP y que con el ministro Sr. Piqué ya tuvo una intervención para unos genial para otros fuera de tono. Este señor, Iván Redondo, por más señas, la ha vuelto a liar. Y, yo, en mi ingenuidad, me pregunto: ¿Realmente se ha equivocado? ¿Ha metido la pata?
O, ¿no es una de esas genialidades que a los gurús les llega en noche escura pero que luego se viste de tal color que deslumbra la atención y nos convertimos en adolescentes inmaduros regodeándonos con lo tangencial del asunto? El Gurú instalado en la Moncloa desde tiempos de Rajoy, mercenario de servicios ha vuelto a servir a su Señor. Mientras la irracionalidad del separatismo catalán se enquista y el del País Vasco (siempre Vascongadas) se frota las manos a la espera de los pasos que vayan dando en el objetivo común de la independencia, un señor nacido en Guipuzcoa desde la Moncloa nos gobierna.
Esta es la anécdota «trivial» para unos, convertida en categoría para los ciudadanos que intentamos que nuestras decisiones transcendentales se tomen a la luz de la inteligencia sensata y el equilibrio que nos da la lucha por la Democracia. Sr. Redondo, redes de comunicación rápidas y libres de filtros vivamos fugazmente de la anécdota y sentemos los pies en tierra todos al unísono.
Comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en lavozdeasturias.eslavozdegalicia.es