A estas alturas de nuestra intrahistoria, a nadie le sorprende escuchar el potente susurro del inagotable manantial de emociones que es el Sella. Cuando el año 2019 da los últimos suspiros de gozo y de melancolía, el 2020, con todas sus promesas aún por cumplir, se abre paso con sinceras expectativas. Y de nuevo ahí está el Sella, su Descenso Internacional, sus Piraguas… que en un santiamén ya llegan… como si la máquina del tiempo se acelerara al máximo cuando escucha la palabra Sella.
2020 va a ser un año especial. Un año de cuatro cifras, como todos desde el año 1000, pero este repite dos veces el número 20, y 20 y 20 suman 40, y 40 son exactamente los años que cumple la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional que ostentan las Piraguas de Asturias. La única fiesta asturiana, hasta la fecha, que luce de pleno derecho tal distinción. La única fiesta que ha puesto en el globo terráqueo el nombre de Asturias como un hecho diferencial de rango universal.
Y pocas fiestas hay en el mundo tan ferroviarias como el Descenso del Sella. Ferroviaria porque su fundador, Dionisio de la Huerta, tuvo la visión de entender el tren como un medio para que el público disfrutase de esta prueba deportiva desde el ferrocarril, naciendo así el famoso tren fluvial, el que fuera y es el primer tren turístico-deportivo español, y que en 2020 cumplirá 75 años.
Pero además el Sella, a estos dos cifras mágicas de 40 y 75, añade otra que es la suma de cuatro veces 20 + 10. Es decir, la fiesta que creara Dionisio, cumple 90 años, porque en 1930, por vez primera, el Sella fue descendido con una intención y un espíritu lúdico-deportivo.
Así que la Fiesta de las Piraguas se convertirá en 2020 en una maravillosa noventañera o noventona, según la filosofía vital de cada cual.
El Sella, siempre creativo, siempre inspirador, siempre competitivo, siempre competente, siempre emocionante, siempre emotivo. El Sella, mucho más que un río, que una fiesta, que una carrera.
El Sella, ese que forma parte de esta terna lexicográfica que define un mundo: Sella-Picos de Europa-Asturias.
Eternamente el Sella. Ese río tan asturiano como Pelayo y la Santina, que se torna un caudal de identidades y de Historia con mayúsculas.
2020 es portador de magia para el Sella. Tres potentes efemérides en torno a este río en el mismo año.
Y evidentemente, tan poderosa coincidencia, inteligentemente gestionada, es un valor añadido a la carrera, a la fiesta y al territorio oriental.
Es necesario tomar conciencia del privilegio que tenemos con un río y una tierra tan sorprendente como la nuestra. Y a partir de la reflexión sobre este privilegio, la fase siguiente es el compromiso con el territorio. Solo aquellos privilegios que hacen surgir compromisos, son fuente de riqueza y felicidad.
¡Feliz Sella 2020! ¡Estamos ante un momento único y mágico! ¡Exprimamos al máximo este tres en uno!
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