La interesada subjetividad de cierta izquierda griega (y española) en el balance del resultado electoral
OPINIÓN
El resultado electoral de la fuerza populista de izquierdas griega SYRIZA, tiene muchas similitudes con el resultado de la fuerza política de la izquierda española Unidas Podemos, pero más por las causas que por los votos y más que por las causas económicas, por los celos políticos que causan el dogmatismo y el oportunismo sectario en las filas de la izquierda, ajenos a la realidad política, social y económica global.
Recordemos que el mal resultado de Unidas Podemos, que no su derrota ni anulación política como fuerza populista de izquierdas reformista, fue motivada más allá de sus tremendas debilidades y errores, por las traiciones, sectarismos y oportunismos internos, como así valoramos los círculos comunistas en el blog Puntorojo todo ello bien lucido por la oligarquía mediática en todos los medios privados y públicos y coreados por la cúpula y cuadros institucionales del PSOE, imbuidos en su idea neoliberal de la competitividad política. Similar proceso vive su opción gemela en Grecia y para hacer las cuentas, solo es necesario partir de los fríos datos electorales sin añadiduras de subjetividades que los encubran.
En España, Unidas Podemos combatió la división interna apoyada y financiada mediáticamente de los secesionistas identitarios catalanes, mezcla de trotskistas y nacionalistas, tanto de los de dentro como los de fuera ya escindidos, tanto en IU, como en Podemos, como en Común. Contra las corrientes neoliberales internas dirigidas por Llamazares en IU, Errejón en Podemos, Carmena en las confluencias, Compromís en el País Valenciano o en la Marea gallega y así, en otras comunidades que priorizan las identidades por encima de las de clase o pueblo, como en Andalucía o Asturias entre otras. El resultado para Unidas Podemos malo, pero suficiente ante tamaña embestida de la oligarquía financiera y sus aliados del oportunismo neoliberal progresista. En España pinta poco la izquierda dogmática y sectaria en los resultados finales, aunque siempre ayuda un poco al enemigo principal a combatir.
Para recordar el proceso del gobierno griego de SYRIZA, esta entrada del largo y doloroso tránsito desde su formación. Pero en Grecia no serían entendibles estos resultados electorales sino se profundiza en los datos concretos, en la aplicación de cada rescate y del motivo que los impulsó a ejecutarlos, por encima del resultado final del referéndum, igual que en España con el resultado de Unidas Podemos, que no serían comprensibles sin ver la actitud coherente de enfrentar a la austeridad neoliberal de los gobiernos del PP y del PSOE, como lo demostró con la negativa al acuerdo de recortes de pensiones en el Pacto de Toledo, en la moción de censura al PP dándole el gobierno al PSOE ante la corrupción del PP, o en el acuerdo presupuestario del 2019, rechazado por la derecha. Y todo ello a pesar de los aguijonazos del oportunismo de derechas, el dogmatismo sectario y la prensa mediática de la oligarquía neoliberal.
La primera cuestión para entender el resultado griego está en que con la convocatoria del referéndum y su victoria posterior, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, con el apoyo en el parlamento europeo de la bancada conservadora, socialdemócrata y el silencio de la izquierda, aislaron al gobierno progresista de SYRIZA en todas las instituciones europeas (coincidiendo con la crítica y la confrontación con el oportunismo y la izquierda dogmática y sectaria griega interna y externa) permitiendo la aplicación de medidas ilegales, vaciando con el apoyo de la banca, entidades financieras, empresarios y profesionales, los euros existentes en los bancos propiedad de los ciudadanos e impidiendo posteriormente fuera de toda legalidad el Banco central de Europa la llegada de los euros requeridos legalmente y con derecho por el gobierno progresista griego, para abastecerse y poder pagar pensiones, salarios o deudas. Chantaje que obligó al gobierno progresista a tomar la decisión de acceder a los recortes incumpliendo el referéndum, para salvar al pueblo griego del genocidio que por hambruna el neoliberalismo podía provocar, hoy único y verdadero fascismo y esto el pueblo lo supo.
Y como segunda, ante el tremendo chantaje que nadie de la izquierda en Europa quiso ver, la decisión de aplicar ellos los recortes en vez de dimitir, visto correctamente como una irresponsabilidad de ética política ante el pueblo, estaba basado en la posibilidad, cierta como posteriormente han demostrado, de que se podían ejecutar de forma que los sectores más desfavorecidos no fueran los perjudicados, cosa que así hicieron especialmente con las ayudas sociales y las pensiones que recortaron por las de arriba, favoreciendo a las mínimas. Por cierto, cuestión que la izquierda dogmática y sectaria siempre lo valoró negativamente y quizás, lo que debamos entender, es que en un sistema corrupto como el que dejó instaurado el partido socialista, muy similar al de España y donde las pensiones máximas formaban parte del campo de la corrupción, tanto en los procesos de cierres de empresas con prejubilaciones para comprar la conciencia a la clase obrera y vender su puesto de trabajo, como regalo final en la labor política y administrativa en las instituciones, incluidas las de los liberados en los sindicatos oficiales, chiringuitos y la de muchísimos profesionales con acceso a ellas desde los topes máximos, al tiempo que durante los años del gobierno progresista de SYRIZA limpiaron alcantarillas y nunca se corrompieron.
Posiblemente así, quizás sí entendamos el porqué SYRIZA a pesar de perder el gobierno, es por mucho que digan el resto de las izquierdas griegas, que sigue siendo la única alternativa del pueblo y no lo dicen las creencias subjetivas, lo dicen los datos de los resultados electorales griegos, que con una abstención del 42%, mayor que en las últimas de hace cuatro años, que indican la confusión y el cansancio del voto popular y de izquierdas. Los ganadores fueron los neoliberales conservadores de la Nueva Democracia con solo unos 700.000 votos más que en las anteriores, logrando un 38,85% y correspondiéndole 108 escaños, que al ser el partido más votado constitucionalmente le regalan otros 50 más, total 158.
Valorando los resultados de la izquierda, vemos que los resultados de SYRIZA en relación a los de hace cuatro años son unos 150.000 votos menos, quedándose en el 31,53% correspondiéndole 86 escaños. Es con mucho superior a cualquier otro partido de la izquierda. Siguiendo con la izquierda, de mayor a menor, tenemos como siguiente a los herederos del antiguo PASOK griego con un 8,10% y 22 escaños, superando ligeramente los anteriores resultados con las siglas antiguas, a continuación los comunistas del KKE con un 5,03% y 15 escaños, perdiendo unos 2.000 votos, le sigue MERA 25, el partido del exministro de economía de SYRIZA Yanis Varoufakis, con un 3,44% y 9 escaños. Sin representación tenemos los siguientes, Rumbo a la Libertad de la expresidenta del parlamento con SYRIZA, con el 1,46%, ANTARSYA, con el 0,41%, anticapitalistas y viejos en estas lidias, y la Unidad Popular escindida de SYRIZA el 0,28%.
Solo desde una mente calenturienta por los celos o por haberse pasado al enemigo, como aquí en España Llamazares, Errejón o la Carmena, es posible llegar a la conclusión de que lo determinante es que SYRIZA perdió las elecciones por los errores en su gobierno al aplicar los recortes y no que perdió el gobierno, más allá de sus errores, por una división artificial influenciada por los poderes mediáticos en una izquierda cuando no oportunista como la de los escindidos, sí como mínimo dogmática y sectaria, incluyendo al conjunto de la izquierda comunista, socialista y libertaria, que son los únicos derrotados como así lo demuestran los resultados electorales, igual que en España.
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